Se suelen vender en lata y vienen listos para comer, solo les hace falta un toque de microondas. Abres el envase, lo vuelcas sobre el plato y ¡voilá! Aparecen ante nuestros ojos unas lentejas con chorizo, una fabada con panceta, un cocido madrileño o unas alubias a la vasca.
Sin invertir tiempo y por poco dinero, el consumidor tiene una amplia variedad de guisos españoles precocinados. Haciendo un repaso por los lineales de los supermercados, Litoral es una de las marcas más populares en este sentido. Sin embargo, también hay otras firmas gourmets que venden el potaje de toda la vida a precio de oro. ¿Merece la pena?
Comparativa de precios
Una lata de fabada asturiana de Litoral (420g) no cuesta más de 2,50 euros en el supermercado El Corte Inglés. Ahora bien, esa misma elaboración trasladada a una marca gourmet sube hasta los 12,95 euros. Es el caso de la Catedral de Navarra cuyo tarro contiene 340 gramos. Una diferencia cinco veces mayor.
Una subida menos agresiva registran las lentejas a la riojana. Litoral las vende por 2,15 euros (425 gramos) mientras que Rosara cobra a 6,90 euros la lata de 400 gramos. En 1,90 euros se quedan los garbanzos de Litoral en el formato 440 gramos. Hasta los 8,50 se dispara el mismo plato de la marca Rosara. Teniendo en cuenta estas diferencias de precios, la pregunta no puede ser otra que: ¿merece la pena pagar más?
El marketing, siempre presente
Siempre que se hace una comparativa entre productos premium y low-cost son muchos los factores que entran en juego para justificar la diferencia de precios. El marketing, por supuesto, es uno de los más influyentes.
El envase juega un papel visual fundamental pero, sobre todo, es lo que transmite la compañía. "La marca gourmet te vende calidad, conveniencia, estatus y tiempo", explica a este medio Francisco Torreblanca, consultor de marketing. "El precio se justifica por la especialización", zanja.
¿Son mejores para la salud?
Más allá del marketing, muchas personas piensan que en la opción premium van a encontrar un producto más saludable. Pero nada más lejos de la realidad. "A nivel nutricional es exactamente lo mismo. Ahora, a nivel organoléptico y de calidad de materia prima sí que puede diferir", aclara Marina Diana, doctora en nutrición de la Universidad Ramon Llul-Blanquerna.
En su opinión, el precio de las opciones premium está sobredimensionado. "Emplean materia prima de más calidad pero eso no justifica que valgan más del doble que la convencional", recalca la experta a este medio.
¿Es recomendable su consumo?
A juicio de la nutricionista estos guisos preparados para comer no son un mal alimento. De hecho, reconoce que no son malas opciones para consumir de forma puntual. "No tienen ni aditivos ni conservantes", justifica Marina Diana.
La experta explica que estas latas se esterilizan. Un tratamiento térmico bastante brusco pero que consigue alargar la vida útil del producto y, por tanto, no hay que recurrir a los conservantes.
¿Merece la pena?
Marina Diana deja claro que no merece la pena pagar más del doble por un guiso precocinado gourmet. La experta en nutrición recalca que los valores nutricionales son similares a los de cualquier otra marca. "Otra cosa es que el consumidor quiera conseguir unos sabores más acertados, unas materias primas con más calidad pero a nivel económico y nutricional no tiene ningún sentido", concluye.
Así, las legumbres cocinadas de alta gama, en este caso, no son más que el resultado de una buena estrategia de marketing. Una táctica que se basa en la conveniencia y el estatus, tal y como subraya Torreblanca.