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Las intoxicaciones alimentarias aumentan un 25% en verano: 10 trucos para evitarlas

La mayoría de las bacterias proliferan mejor cuando hace calor, de hecho, entre 30 y 37 grados encuentran la temperatura óptima para reproducirse

Consumidor Global

Una mujer sirve comida en verano cuando aumentan las intoxicaciones alimentarias / PIXABAY

Piscina, playa y muchas comidas de por medio. Así es el verano. Que si un picoteo por allí, que si un tentempié por allá. Pero, cuidado con las intoxicaciones alimentarias porque aumentan hasta un 25 % en verano.

La mayoría de bacterias proliferan mejor cuando hay altas temperaturas, de hecho, entre 30 y 37 grados encuentran la temperatura óptima para reproducirse. Según datos que maneja TK Home Solutions, la compañía líder en salvaescaleras para el hogar al menos 2 de cada 10 personas sufren un episodio anual de vómitos, diarreas, dolor abdominal y, en ocasiones, fiebre y seis de cada diez de ellas se producen en el propio hogar.

Medidas para la prevención

Los expertos de la compañía muestran algunas medidas estrella para la prevención con los alimentos. Antes de manipular los productos os o preparar cualquier comida en la cocina, lo primero es lavarse bien las manos. Después, limpiar la encimera donde vayamos a cocinar, las tablas de cortar, los cuchillos y los utensilios que necesitemos. La llamada contaminación cruzada se produce cuando se emplea el mismo cuchillo o la misma tabla de cortar para carnes o pescados. Otra posibilidad de contaminación cruzada es poner la tortilla en el mismo plato donde hemos batido el huevo sin haberlo lavado antes o el filete frito donde estaba antes crudo. En la nevera o el congelador y en el carrito de la compra es importante que las carnes, el pollo, los huevos, el pescado y los mariscos se coloquen por separado

Vinos de Jerez durante una comida / CONSEJO REGULADOR DE VINOS DE JEREZ

Los comestibles que se consumen cocinados deben ser sometidos a una temperatura suficiente, esto es, a más de 75 ºC durante al menos dos minutos. Las comidas elaboradas con huevo crudo, como la mayonesa y otras salsas, deben consumirse inmediatamente y, si queda algo, guardarlo enseguida en la nevera.Hay que prestar atención a la temperatura del frigorífico, que debe estar a 4 o 5 ºC como mucho. Los productos que requieren frío deben meterse en la nevera en las dos horas siguientes tras ser comprados, pero, si es verano, mejor no esperar más de una hora. Esto significa que, cuando hagamos la compra, deberemos dejar para el final los productos que necesitan frío y volver a casa lo antes posible para ponerlos en la nevera.

Reglas importantes

Además de cumplir con las recomendaciones de lavado, separación, cocinado y refrigeración, desde TK Home Solutions recuerdan algunos trucos más, como no probar la masa cruda de bizcochos o pizas porque tanto las harinas como los huevos crudos pueden contener bacterias dañinas. Descongelar en la nevera con tiempo o, si hay prisa, bajo el chorro del agua fría o en el microondas, no a temperatura ambiente, ya que las bacterias se multiplican muy rápido. No marinar ni desalar alimentos en la encimera, sino dentro de la nevera y en recipientes tapados.No tomar la carne poco hecha, especialmente si se trata de pollo y cerdo, y cocinar las tortillas bien cuajadas.

Una mujer utilizando aceite de oliva para cocinar /PEXELS

Asimismo, los expertos recomiendan lavar frutas y verduras siempre, aunque vayan a pelarse. En lugares en los que no haya garantías, tomar el agua embotellada y cualquier bebida sin cubitos de hielo. No fiarse solo del aspecto o el olor para determinar el buen estado de un alimento, hay que mirar las fechas de caducidad, y no probar los productos sospechosos: una pequeña cantidad puede enfermarnos. No aprovechar las partes sanas de los productos con moho. Algunos tipos de mohos no son dañinos, pero otros sí y, aunque no se aprecie en unas partes, puede estar ya extendido a todas. No guardar las sobras cocinadas más 3 de 4 días, y siempre en la nevera.

Recomendaciones de los expertos 

La fecha de caducidad debe respetarse y hay que tener en cuenta que, una vez abiertos los envases, deben consumirse en 3 o 4 días. Poner la fecha a los productos caseros cuando vayamos a congelarlos, siempre en recipientes limpios y cerrados. Vigilar especialmente los productos de más riesgo para las personas vulnerables: quesos frescos, zumos sin pasteurizar, productos animales poco hechos. No comer todos del mismo recipiente, servirse cada uno en su plato mediante cubiertos que se usen solo para servir. Desechar las latas abombadas o dañadas.

Limpiar la nevera de forma regular y recoger inmediatamente los derrames de sangre y líquidos de los alimentos crudos. Si se sale de excursión o se lleva comida a la playa, los recipientes deben estar herméticamente cerrados, con tabletas de hielo o cubitos suficientes para mantener el frío. Mantener la comida fuera de las mascotas, que pueden ser portadoras de patógenos y parásitos. Exigir que en restaurantes, bares, cafés o pastelería, los alimentos estén protegidos por vitrinas y refrigerados cuando así lo requieran.