Incongruencias entre los nutricionistas en su lucha contra el etiquetado Nutriscore

El sistema de eitiquetado Nutriscore ha levantado ampollas en España. Varios sectores ya han alzado su voz contra esta herramienta por considerar que menosprecia algunos productos relevantes y populares en la dieta mediterránea de los españoles.

Y, en ese contexto, la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética (Fesnad) también se ha mostrado crítica con este etiquetado, ya que considera que "no contribuye a mantener un consumo equilibrado, variado y moderado de alimentos". Sin embargo, en el documento que ha publicado la organización, no aparecen mencionadas todas las sociedades que la integran. De hecho, hay varias incongruencias en el mismo que llaman la atención. 

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Mónica Timón

Tres organizaciones fuera 

La Fesnad está compuesta por un total de ocho sociedades, pero en el documento de posicionamiento sobre Nutriscore que se ha divulgado hay tres que no aparecen mencionadas: La Sociedad Española de Nutrición Comunitaria (SENC), la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (SEEN) y la Asociación española de licenciados, doctorados y graduados en Ciencia y Tecnología de los alimentos (ALCYTA). De hecho, aunque, tal y como señala el informe, el documento ha sido "revisado por todas las sociedades pertenecientes a Fesnad" no todas ellas lo suscriben.

Además, otro aspecto que genera ciertas dudas es que al final del documento se subraya que ha sido redactado, entre otros, por Ascensión Marcos Sánchez, portavoz de este movimiento contrario a Nutriscore y a quien se le ha otorgado el cargo de presidenta de la Fesnad. Marcos lo fue, pero en el pasado. De hecho, según se detalla en la propia página web de Fesnad, la presidencia ahora recae en el doctor Gregorio Varela Moreiras, que pertenece, justamente, a SENC. 

Un etiquetado que promueve Consumo

El semáforo de calidad nutricional Nutriscore ha sido el sistema escogido por el Ministerio de Consumo para su implementación en España a partir de este año, aunque ya se puede ver en algunos supermercados. Su adopción será voluntaria, ya que la actual regulación europea no permite su obligatoriedad. Pero, pese a ello, varios productores y sectores españoles se han mostrado contrarios. 

Los primeros en alzar la voz fueron los aceiteros españoles. En esta clasificación, el aceite de oliva salía mal parado, con una nota C que para los productores no reflejaba los beneficios nutricionales del producto y lo equiparaba con el aceite de colza. De hecho, tal fueron sus quejas que Consumo decidió eliminar este producto de dicho etiquetado. Sin embargo, aunque esta herramienta cuenta ciertos detractores, también el sistema Nutriscore tiene su defensores, pese a que sus voces no se escuchen tanto estos días.