A pesar de que las temperaturas aún son bajas en buena parte de España, la proximidad de la primavera es palpable: muchos almendros se han adelantado y ya han florecido, el campo se llena de color y la huerta se prepara para dar nuevas hortalizas. Entre ellas destaca la remolacha, un alimento muy versátil que presenta múltiples beneficios para la salud.
Es de un llamativo color rojizo y tiene un característico sabor dulce. Además, cerca del 90% de esta hortaliza es agua y el resto fibra, azúcares y micronutrientes, tal y como recuerdan los expertos de Nutritienda, empresa online de productos de salud y belleza. Además, la remolacha es una de las principales materias primas para elaborar el azúcar de mesa que se consume en España.
La remolacha, beneficiosa para la salud
El consumo regular de remolacha es beneficioso para la salud. Es un alimento perfecto para quienes buscan mantener la tensión arterial normal, prevenir el estreñimiento o incrementar su rendimiento deportivo y disminuir el cansancio y la fatiga. Es una excelente fuente de micronutrientes como el potasio.
Además, el Instituto Australiano del Deporte incluye en el grupo A (el nivel que cuenta con fuerte evidencia científica para su uso en el deporte) el zumo de remolacha como fuente de nitrato dietético. Esto se debe a que se ha comprobado que puede aumentar la disponibilidad de óxido nítrico (NO) y facilitar la llegada de oxígeno al músculo.
Disminuye el cansancio y la fatiga
En cuanto a las vitaminas, la remolacha destaca por ser fuente de folatos, que contribuyen a la formación normal de células sanguíneas y ayudan a disminuir el cansancio y la fatiga.
Asimismo, es fuente de fibra, lo que ayuda a mantener la regularidad intestinal, previene el estreñimiento y favorece una microbiota intestinal sana.
La remolacha en tratamientos de belleza
Por si fuera poco, esta hortaliza se puede utilizar en tratamientos de belleza. Al ser rica en antioxidantes y vitamina C, es perfecta para hidratar y revitalizar la piel. Se puede hacer una mascarilla facial casera mezclando puré de remolacha con miel y yogur natural. Tras aplicar la mezcla sobre la piel limpia, hay que dejarla actuar durante unos 15 o 20 minutos y después enjuagar con agua tibia. La piel queda suave, hidratada y con un increíble brillo natural.
También puede funcionar como un exfoliante suave que ayuda a eliminar las células muertas para que la piel quede suave. Para ello hay que mezclar puré de remolacha con azúcar y aceite de coco. Tras extender la mezcla sobre la piel ligeramente humedecida, conviene masajear suavemente antes de enjuagar con abundante agua tibia.
Tinte natural para labios y mejillas
Desde la antigüedad, la remolacha ha sido utilizada como tinte natural para conseguir un color rosado muy natural. Simplemente hay que cortar una remolacha en rodajas y frotarla suavemente sobre los labios y las mejillas.
A continuación, hay que dejar que el jugo de remolacha se absorba durante unos minutos y después retirar el exceso con un pañuelo de papel.
Tratamiento para el cabello
La remolacha es rica en nutrientes que ayudan a fortalecer y a mantener saludable el cabello, aportándole brillo y vitalidad. Para hacer un tratamiento capilar hay que mezclar zumo de remolacha con aceite de oliva, aplicar la mezcla y dejarlo actuar de 30 a 60 minutos. Después, lavar y acondicionar como de costumbre.
Además de los tratamientos caseros, también existen en el mercado productos cosméticos con la remolacha como uno de sus ingredientes principales, que ofrecen excelentes resultados.
Un ingrediente sano y sabrosos
Noelia Suárez, directora de comunicación de Nutritienda.com, asegura que la remolacha “no solo está riquísima, sino que, además, se puede preparar de múltiples formas. Es un ingrediente muy sabroso y resulta perfecta para ser incluida en múltiples recetas. Su aporte nutricional hace, además, que sea un alimento muy interesante para quien busca mantenerse sano, para personas deportistas y para tratamientos cosméticos. Un alimento diez que permite ver y sentirse bien, por dentro y por fuera”.
La remolacha tiene su origen en la cuenca mediterránea. Se cree que fue cultivada por primera vez hace más de 4.000 años, desde el norte de África hasta Oriente Medio. Los antiguos egipcios fueron uno de los primeros pueblos en cultivarlas y consumirlas, tanto por su sabor como por sus propiedades medicinales y estéticas.