El 27 de septiembre se presentó en Madrid un informe de la consultora Lantern que mostraba cómo las dietas veganas (tanto las de flexitarianos, que son las personas que comen carne de forma muy ocasional, como las de veganos y vegetarianos) habían experimentado un bajón significativo en España: 600.000 personas habían dejado atrás los alimentos plant-based en el último año. Se dijo que no era un drama, sino un bache. No obstante, este medio ha consultado a Heura y The Vegetarian Butcher, dos de las marcas más relevantes del sector en el mercado español, y su opinión difiere.
Desde Heura indican que en el último año han incrementado su penetración un 30 % y que su ratio de repetición (es decir, el número de veces que una persona vuelve a comprar productos de su marca en un determinado tiempo) es de un 60 %, el más alto de la categoría plant-based. “El potencial de los productos plant-based es inmenso, hablamos del acto de consumo más evidente para afrontar la emergencia climática en la que estamos sumergidos, y, además, estos productos tienen un claro impacto positivo en la salud de las personas”, explican, con convencimiento.
Mejorar a nivel organoléptico
Bajo el punto de vista de Heura, después de la gran explosión de estos productos en el mercado, “es normal que la línea de consumo plant-based vaya fluctuando. Ahora es el momento de mejorar en niveles como la experiencia organoléptica o la creación de productos sin aditivos”, consideran.
Una marca que “ha calado”
Pero hay quienes se mantienen firmes. “En el mercado español, Heura es una marca que verdaderamente ha calado en la población veggie (...). Lleva años siendo valiente en su posicionamiento sostenible y saludable y ha sabido conectar con sus clientes desde la transparencia y el activismo”, añaden. “Se ha convertido en la marca plant-based con la que más vegetarianos y veganos se identifican”, añade Lantern sobre Heura, aunque admite que “pueden no gustar a todo el mundo”.
Por su parte, en sus declaraciones a este medio, The Vegetarian Butcher no se muestra tan tajante respecto a los números cosechados. Andrea Fuentes, Country Business Lead, indica que la alimentación plant-based “es más que una tendencia y se pronostica que va a seguir aumentando su consumo a largo plazo. Pese a que estos movimientos pueden verse influidos por condiciones económicas en los que los consumidores se enfrentan a costes crecientes generales, no tenemos dudas de que siempre habrá espacio para esta categoría de productos, incluso en un mercado aún en desarrollo”.
Barrera del precio
Desde la marca de Unilever, además, apuntan que “los consumidores se han vuelto cada vez más conscientes de los precios de los productos y poco a poco están optando por productos más familiares, lo que significa que, en categorías relativamente nuevas, como son las de origen vegetal, se ven naturalmente afectadas”.
“Desde nuestro punto de visto, lo vegetal ha llegado para quedarse y desde The Vegetarian Butcher queremos ayudar a que esto sea así, acercando nuestros productos a más personas para que puedan hacer el cambio fácilmente a largo plazo. Por ello, uno de los éxitos de nuestra marca es ofrecer productos alternativos sabrosos sin repercutir a un cambio drástico en las dietas”, explica la compañía. “Para seguir captando nuevos consumidores, es clave ofrecer alternativas simples y convenientes a platos cotidianos para que la gente siga comprando”, consideran.
El final de un gran boom
Se trata, entonces, del cierre de un ciclo alcista, no de una brecha o un abismo. “Estamos viviendo el final de un gran boom en la categoría, que por una parte implica que la tendencia actual del consumo sea a la baja, pero también que estamos detectando aquellos focos en los que existe margen de mejora para que las dietas plant-based se conviertan en la opción por defecto”, dicen desde Heura.
Además, en la compañía presidida por Marc Coloma deslizan que dicho boom tenía algo de burbuja, con agentes que se subieron al carro verde y se estrellaron: “Muchos partners in mission (otras marcas que hacen plant-based products) lanzaron productos que desafortunadamente no respondían a las necesidades del consumidor, y que han acabado por desaparecer”, revelan. Así, recalcan, en esta nueva etapa el plant-based debe focalizarse en dos puntos: la experiencia organoléptica y la salud.
Productos insanos
Que un alimento se presente como plant-based no significa que sea sanísimo ni que esté rico. Pero hay quienes intentan colarlo. Y en Heura los tienen calados: “Parte de los productos considerados plant-based son procesados insanos llenos de ingredientes muy poco interesantes desde el punto de vista de la salud y de la densidad nutricional”, expresan.
“En Heura, se ubica siempre al usuario en el centro de la experiencia (que los productos estén deliciosos), y priorizamos los valores nutricionales (que sean etiquetas lo más limpias posibles y densos proteicamente) a través de una tecnología única que nos permite fabricar estos productos sin ningún aditivo y con mayor valor nutricional”, subrayan.