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Hamburguesas de carne con Kinder y Nutella: una bomba de azúcar y grasas que “nadie debería comerse"
El restaurante madrileño The Leytons fusiona dulce y salado con propuestas “arriesgadas y atrevidas” que los nutricionistas no dudan en criticar
La locura de combinar sabores dulce y salado parece un juego gastronómico que no tiene límite. Si la hamburguesa servida entre dos dónuts glaseados ya se coronó como una auténtica bomba calórica, un restaurante de Valdemoro (Madrid) ha querido ir más allá. ¿Cómo? Creando hamburguesas con salsa de Kinder y Nutella y, por si fuera poco, con gofres o tortitas como pan.
“Eso es una bomba de azúcar y grasas saturadas, horrible nutricionalmente y que nadie debería comerse”, resume Elena Sánchez, nutricionista y técnica superior en dietética. El restaurante The Leytons es el responsable de esta explosiva fusión que causa rechazo en algunos amantes de las hamburguesas y curiosidad por probarla en otros muchos.
Una propuesta “arriesgada”
“Sabemos que son propuestas arriesgadas, pero una vez que la gente las prueba les encanta”, explica a Consumidor Global Andrea Leyton, chef y propietaria del restaurante. En la carta se pueden encontrar varios tipos de hamburguesas americanas, pero sin duda, las joyas de la corona son cuatro: la Pringosa, Kinder, Gofre, y la Golosa.
La primera se sirve recubierta de Nutella, mientras que la segunda lleva tortitas, carne, queso cheddar, beicon y salsa Kinder. La tercera propuesta se sirve con gofres, salsa barbacoa, queso cheddar, carne y beicon. La Golosa es “la que más se vende” y se emplata entre gofres, salsa barbacoa, queso cheddar, beicon y salsa Kentucky.
Fusionar salado y dulce: una experiencia “orgásmica”
Su precio es de 16 euros, se sirven con patatas y están siempre disponibles en carta, en Glovo y en Just Eat. “Cada dos meses sacamos una diferente, estoy constantemente pensando nuevas fusiones”, cuenta a este medio la chef del restaurante The Leytons.
La cocinera explica que el origen de estas propuestas tan peculiares viene de una motivación personal. “Soy muy golosa y mezclar sabores me encanta. Para mí es explosivo, incluso orgásmico poder probar dulce y salado en un mismo bocado. A mí la hamburguesa básica que hay en todos los sitios se me queda corta”, opina Leyton.
Explosión de azúcar
Preguntada por las calorías que pueden contener estas hamburguesas, la cocinera reconoce que son “demasiadas” y una “explosión de azúcar”. “Es para romper la dieta un día, nada más”, cuenta. En opinión de la nutricionista Elena Sánchez, estas hamburguesas son comidas de “muy baja calidad” que no aportan buenos nutrientes.
Además, Sánchez recalca que en la actualidad existe “un problema muy grande” con la comida basura. “La obesidad es un problema de salud muy grande que estas comidas no ayudan a combatir”, subraya, y alerta de algunos de los peligros que supone consumir este tipo de platos con frecuencia.
Los peligros de su consumo
“Estas grasas pueden generar problemas de salud como los triglicéridos y el colesterol alto, que a su vez puede derivar en infartos”. La nutricionista tiene claro que “quienes comen estas hamburguesas con asiduidad son proclives a padecer patologías como infartos o diabetes”.
En la misma línea opina la nutricionista Sara González, que se muestra contundente. “Si esa concentración de grasas saturadas, azúcares y sodio se repite con frecuencia, el impacto en las arterias está asegurado”, apunta. “No solo generamos un trabajo intenso y una sobrecarga del sistema digestivo para su metabolización, sino que, si consumimos este tipo de elaboraciones de forma reiterada, aumentamos el riesgo de padecer patologías como diabetes, hipertensión, aterosclerosis, cuadros renales…”.
Las opiniones
Por último, González aconseja ser conscientes de que preparaciones tan contundentes únicamente deben realizarse de forma esporádica y, sobre todo, aunque la ingesta sea eventual, “evitar forzar y parar de comer una vez se está satisfecho”, concluye la especialista.
En cuanto a las opiniones de los consumidores sobre estas hamburguesas con chocolate hay mucha variedad. Desde abominación y rechazo hasta necesidad inmediata de degustarlas. “Yo las probaría, pero por curiosidad”, cuenta Ari G. “Con hambre me la como y me gusta, pero así de repente me asusta, la verdad”, señala Paula M. ¿Y tú, la probarías?
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