0 opiniones
Las grandes marcas que están detrás de la cerveza local que tanto te gusta
Compañías como Mahou-San Miguel o Heineken sirven de apoyo a la distribución de algunas bebidas artesanales muy vinculadas a las ciudades y su imaginario cultural
¿Alguna vez te has parado a revisar el etiquetado de la cerveza local que tanto te gusta? ¿Te has preguntado cómo ha llegado a tu bar de confianza el botellín de esa cerveza típica que pensabas que sólo estaba en Madrid? La respuesta tiene que ver con la presencia, algunas veces más disimulada que otras, de las grandes cerveceras y marcas como Mahou-San Miguel y Heineken.
Existen cada vez más casos en España de pequeñas compañías que se alían con gigantes del sector para llegar a más cerveceros. Eso sí, con la intención de respetar la receta y el sabor original que hace años iniciaron en un pequeño garaje. Al puro estilo startup. En España, la industria cervecera está dominada por Mahou-San Miguel, Grupo Damm y Heineken, principalmente. A estos gigantes les siguen Hijos de Rivera (Estrella Galicia), la Compañía Cervecera de Canarias y Ágora (Ámbar y Moritz).
Las cervezas locales o de ciudad, un caramelo para las gigantes
Las cervezas locales y de barrio se han vuelto una perita en dulce para los tiburones de la industria. Al principio, este tipo de bebida estaba muy dirigida a los cerveceros más especializados, pero, poco a poco, empezó a calar en un público más general y es ahí cuando las grandes vieron una oportunidad de negocio que se les había escapado.
“Cuando se dan este tipo de absorciones y acuerdos es para controlar el mercado y el comercio local de la zona”, comenta al respecto Francisco Martínez, de la tienda Más que Cervezas de Madrid, especializada en esta bebida artesanal. Martínez subraya el interés, además, por los que hacen turismo en la zona y son amantes de esta bebida. “Si visitas una ciudad concreta, te van a recomendar la cerveza de allí o que tiene la marca del lugar”, señala. Por ello, tal y como subraya Raúl Tejerina, director del programa Cervecería de la Universidad de Alicante, que las grandes cerveceras se hayan aliado, o comido en algunos casos, estas marcas más locales es “un movimiento muy inteligente y es una tendencia que ha tenido mucho peso en los últimos años”.
Industrial y artesanal, ¿son tan diferentes?
Tejerina habla de la rivalidad que enfrenta lo artesanal y lo industrial: “Me parece una tontería que haya polémicas con esto. Las cervezas de microcervecerías tienen su momento y las macro el suyo”, cuenta. “Además, los métodos de producción son ligeramente distintos”, recuerda.
Lo cierto es que, aunque en muchos casos aparece en la etiqueta en letra pequeña, “las cerveceras no se esconden y en algún lado figura el grupo que las fabrica y/o distribuye”, señala Tejerina. De hecho, el profesor subraya que aunque “a algunos consumidores no les gusta leer la letra pequeña y es verdad que a Damm le interesa que se vea poco, en algún sitio está siempre dicha información”, concluye.
De fabricar para amigos a recibir una llamada de Heineken
El boom de lo artesanal pisó fuerte en España a principios de 2010. Familiares y amigos, amantes de este zumo de cebada, se lanzaron desde su finca particular a fabricar en pequeñas cantidades para vender a conocidos. “Empezamos a elaborar para los amigos hasta que nos dimos cuenta de que teníamos más amigos que cerveza”, recuerda sobre el origen de la cerveza La Cibeles Vicente Álvarez, responsable de marketing de la compañía.
El de La Cibeles es uno de los ejemplos de cerveza local que cuenta con el apoyo de una gran marca detrás. En este caso, de Heineken. El grupo adquirió en 2018 el 51 % de esta Sociedad Limitada a través de un acuerdo de distribución. “Necesitábamos crecer y estábamos en un periodo de expansión. Heineken se presentó y lo vimos como el mejor colaborador por su red de distribución en el canal de la hostelería, sobre todo en Madrid”, matiza Álvarez, quien insiste en que estos acuerdos “nunca han afectado a la producción y al sabor de La Cibeles” y permiten expandir más lejos sus productos.
Hacer marca y más marca
Una competencia directa de La Cibeles en Madrid es La Virgen, que tiene detrás el grupo belga Ab InBeeb. La idea de negocio estaba clara desde el primer momento: fabricar una cerveza local que llegara a más consumidores. César Pascual, uno de los fundadores de La Virgen, cuenta a Consumidor Global que, “lo normal es buscar distribuidor y exportar, pero nosotros entendimos que para hacer marca y ocupar el corazón del consumidor teníamos que atacar el sector de bares y restaurantes”.
De modo que producían por la mañana y por la tarde iban a vender la cerveza a los establecimientos de la capital para conseguir ese “boca a boca” y tener contacto con los hosteleros. El proyecto creció y en 2016 el grupo belga AB InBeb compró el 100 % del accionariado, “pero nosotros seguíamos con el control de la producción y la dirección” de la marca. “En un principio no teníamos pensado vender la compañía porque era nuestro proyecto, pero nos dimos cuenta de que con los propios medios no podíamos seguir”, reconoce Pascual.
Cuando Mahou entra en el juego
A raíz de esa absorción entró Mahou-San Miguel en el juego. El grupo llegó a un acuerdo con AB InBeb para ofrecer su red de distribución. Según explica Pascual, este acuerdo se emplea para aprovechar los contactos de Mahou en grandes superficies como Carrefour o El Corte Inglés. Sin embargo, “para bares y restaurantes seguimos con nuestro propio equipo comercial”, matiza.
Pero la lista de cervezas locales y/o artesanales no se reduce sólo a Madrid. España cuenta con una gran variedad de marcas que tienen en su sabor el imaginario cultural de las ciudades más emblemáticas del país. Algunas más independientes, pero otras con apoyo industrial.
Tapar los huecos que pueda ocupar la competencia
La Cervesa del Montseny, afincada en Cataluña desde el año 2007, llegó a firmar acuerdos de distribución con grandes superficies como El Corte Inglés. Y, al igual que La Cibeles, Montseny también trabaja con Heineken para cubrir esta red de establecimientos. “Nos hace la distribución del canal Horeca y así ellos cuentan con una cerveza local para tapar los huecos en los que pueda entrar la competencia”, señala Xavier Pereira, director comercial de la marca.
Guineu es otra marca catalana artesanal con presencia también en el mercado internacional, en países como Francia. En su caso, no obstante, los acuerdos con grandes marcas no llegaron a cuajar. “Se intentó cerrar algo con Heineken, de hecho, alguna vez llegamos a estar en sus catálogos, pero ahora cuesta un poco más”, admite Sergi Vendrell, del equipo comercial.
“Aceptaríamos acuerdos con grandes, a pesar de lo que digan los puristas”
En Córdoba, la Califa es otra de las cervezas favoritas. Alejandro Díaz, gerente de la compañía, explica a este medio que en su día también se intentó llegar a un acuerdo con Mahou, pero no se cerró “porque ahora prefieren crear sus propias marcas”. “Además, nosotros tampoco les molestamos mucho”, bromea. Sin embargo, Díaz reconoce que aceptaría sin pensar acuerdos con grandes marcas para distribuir su cerveza. “Habrá algún purista que diga que eso es venderse, pero si quiero llegar al mayor público posible necesito medios”, explica.
Jesús León, gerente de Arriaca, una cerveza de Guadalajara, presume de que su producto fue el primero en España de fabricación artesanal que empezó a envasarse en latas. Sobre el contexto actual, León reivindica la posición de las independientes y afirma que viven tiempos complicados: “A las pequeñas, y especialmente a las que no contamos con acuerdos macro, la subida de precios es insoportable”, lamenta. Espera que la crisis y los efectos generados por la guerra de Ucrania se reviertan pronto. De no ser así, ¿también caerán las que quedan en manos de las gigantes?
Desbloquear para comentar