El mundo de la comida siempre se encuentra en un constante cambio y cada día más personas se preocupan por llevar una vida más saludable. Por eso, las marcas especializadas en electrodomésticos para el hogar apuestan por tecnologías que faciliten la elaboración de unas recetas más healthy. Es el caso de las freidoras sin aceite o de aire, que están cada vez más de moda en España.
De hecho, existen varias razones por las que este tipo de electrodoméstico triunfa en el mercado español y las grandes tiendas cuentan con un stock reducido ante la gran demanda.
Un 'must' en muchos hogares
“Las freidoras sin aceite funcionan bastante bien y han despegado con mucha fuerza. De hecho, nuestro modelo más básico ha sido, durante más de un mes, número uno en ventas en Amazon hasta acabar con todas las unidades, el precio del cual se sitúa en torno a los 50 euros”, explica a Consumidor Global Luis Monserrate, director general de la marca Create, anteriormente conocida como Ikohs. Aunque Monserrate no detalla el volumen de ventas o la facturación gracias a esta gama de productos, sí asegura que “la competencia en este sector es bastante fuerte” y que se han vendido “bastantes unidades” de este producto.
Mientras, algunas tiendas o grandes almacenes, como MediaMarkt, Fnac y El Corte Inglés, aseguran a este medio que la freidora de aire se ha convertido en un electrodoméstico de gran éxito. Por lo general, según subrayan, cuentan con pocas unidades y modelos porque hay bastante demanda y se venden rápido. Entre las marcas más deseadas por los consumidores, según los comercios mencionados, se encuentran Cecotec, Princess y Tefal, que son firmas que han conseguido agotar sus modelos con rapidez. Por lo que hace a los precios de este tipo de electrodoméstico, varían según las marcas y las prestaciones, pero oscilan entre los 40 y 160 euros, aunque también pueden llegar a sobrepasar los 200 euros. Amazon, por ejemplo, ofrece algunos modelos a precios de lujo, entre los 700 y 800 euros.
Los motivos de este 'boom'
La principal razón del auge de estos aparatos para la cocina es que "ofrecen la posibilidad de cocinar de manera más saludable, son más cómodas y más sostenibles que las freidoras con aceite”, explica Monserrate. Además, como no se utiliza aceite, no se ensucian tanto y permiten una rápida y mejor limpieza después de cada uso.
“Estas freidoras no fríen los alimentos, sino que los calienta, como un horno, el cual cuece la comida a través de un circuito que desprende aire caliente”, matiza Monserrate. En el caso de las freidoras sin aceite, éstas desprenden ese aire a altas temperaturas en un espacio mucho más pequeño y no consumen tanta energía como lo hace un horno. Ofrecen más rapidez a la hora de cocinar, más comodidad y también el resultado es muy óptimo, incluso para los restaurantes. “Algunos establecimientos del sector de la restauración han utilizado y siguen usando estas freidoras, simplemente por el ahorro en aceite”, declara Jorge Jaldón, vocal del Colegio Profesional de Dietistas-Nutricionistas de Andalucía.
La opinión de los expertos
Los fritos contienen demasiada grasa y son alimentos bastante calóricos. Pero, ¿la comida que se cocina con estas freidoras es realmente más sana? “El consumidor puede asegurarse de no comer tan mal, aunque con un horno puede conseguir el mismo resultado”, detalla Mercè Gonzalo, portavoz del Col·legi de Dietistes i Nutricionistes de Catalunya. “Una fritura depende del tipo de aceite y si éste es de mejor calidad, la comida no será tan perjudicial. Pero, como pasa siempre, si se excede con su consumo, puede llegar a ser dañinoapara la salud”, añade Gonzalo.
Aunque las freidoras sin aceite ayudan a controlar la ingesta de este líquido graso, ocupan menos espacio y son más eficientes en términos de consumo de energía, los especialistas también recuerdan que los amantes de las frituras pueden “usar un aceite de buena calidad, cambiarlo después de cada uso y comer este tipo de alimentos con moderación, si no quieren invertir en otra máquina”, concluye Gonzalo.