La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) recomienda el consumo de pescado varias veces por semana por sus efectos beneficiosos para la salud. Son una fuente de energía y proteínas de alto valor biológico, y contribuyen a la ingesta de nutrientes esenciales como el yodo, el selenio, el calcio y las vitaminas A y D.
Además, el pescado es una parte fundamental de la dieta mediterránea. Lo recomendable es incluir de tres a cuatro raciones de pescado por semana en una dieta saludable, y hay uno muy sano (y relativamente económico) que suele pasar desapercibido. Se trata de la caballa, un alimento sabroso que se puede consumidor de forma individual o con otros ingredientes, ya sea integrada en una ensalada, con algo de pasta o en tostadas con aceite de oliva.
Beneficios de la caballa
La caballa, cuyo nombre científico es Scomber scombrus, es un pescado azul muy saludable, aunque no se suele tener tan en cuenta como otros. Su porcentaje de potasio es altísimo, de modo que ayuda a regular la presión arterial y a que los músculos y el sistema nervioso funcionen correctamente.
Además, es una notable fuente de ácidos grasos omega-3, que son cruciales para la salud cardiovascular. Por si fuera poco, contiene vitaminas esenciales (A, B, C, D y E), minerales como fósforo.
Qué cantidad se debe consumir
Las autoridades suelen recomendar comer entre tres y cuatro raciones de pescado a la semana, así que la caballa es una buena opción. No obstante, muchas personas la toman en conserva, y si viene en aceite de girasol deja de ser tan saludable.
Por otra parte, hay que tener en cuenta que la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) aconseja limitar el consumo de pescados con altas concentraciones de mercurio.