El café es una de las bebidas más consumidas por los españoles. Es por ello que hay una gran variedad de tipos, marcas y formas para tomarlo. En el desayuno, después del postre a la hora de comer o solo para espabilarnos. Algunos optan por el café natural, otros por uno de mezcla o por uno torrefacto.
Pero, ¿realmente sabemos las propiedades de este último? A pesar de ser uno de los cafés más consumidos en España, el torrefacto tiene un sabor amargo y además, resulta perjudicial para la salud. De hecho, está prohibido en la mayoría de países de Europa.
El café torrefacto
El torrefacto consiste en un tipo de café de baja calidad que se tuesta con azúcar (sacarosa o jarabe de glucosa). Este azúcar se agrega en la última fase del proceso de tueste cuando los granos de café alcanzan una temperatura de unos 200 grados. Lo que ocurre es que este azúcar se carameliza, creando una capa brillante y oscura sobre los granos de café, de tal forma que cambia su sabor.
En un artículo de El Español se mencionan las marcas más conocidas de este tipo de café. Una de ellas es Carrefour, que comercializa el paquete de 500 gramos por 4,19 euros. Otro claro ejemplo de uno de los cafés más vendidos es el que ofrecen otros supermercados bajo la marca La Estrella, que cuesta 5,50 euros.
Perjudicial para la salud
Pero no solo son esos, hay infinitud de marcas como Fortaleza que cuesta 3,19 euros la bolsa de 250 gramos, Lavazza, Ily o Saimaza. Cabe mencionar, que, aunque en España sean algunos de los cafés más vendidos, su comercialización fuera de la península está prohibida.
Además de tener mal sabor, el café torrefacto es poco recomendable para la salud cuando no directamente perjudicial. La OMS hace referencia a la posible presencia de sustancias cancerígenas, similares a las de la carne excesivamente quemada, en el azúcar caramelizado a alta temperatura. Además de la evidente presencia de azúcares.