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Al grano: los españoles toman más de 700 cafés al año, algunos demasiado caros y dañinos
La comodidad de los nuevos formatos desechables incita a los usuarios a consumir modalidades más contaminantes y perjudiciales para la salud
Nespresso marcó un antes y un después en la historia del café casero. Con su primera boutique en París en el año 2000 y con George Clooney como embajador sedujo al mundo entero. Hoy, las cápsulas de la compañía están presentes en casi todo el mundo, aunque con bastante controversia por su contaminación y precio. La marca multiplica el precio habitual y eleva los 0,07 euros de una taza normal --hecha en una cafetera italiana-- hasta los 0,39 euros de sus monodosis.
El café es la mayor adicción de algunos españoles. Tanto es así que, pese al cierre parcial de la hostelería, el consumo de esta bebida no se ha visto mermado. De hecho, se han disparado las ventas directas de café y de la maquinaria para prepararlo en los hogares. “Los españoles somos muy cafeteros. De media, se ingieren 14 cafés a la semana, o lo que es lo mismo, 728 al año”, explica Antonio Palmero, Coffee Ambassador de Starbucks en España.
Beneficios y peligros
Un consumo moderado de café aporta muchos más beneficios que riesgos para la salud. Se trata de un antidepresivo natural, contiene antioxidantes, mejora la memoria, puede ayudar a reducir el riesgo de sufrir diabetes y se asocia con una vida más larga. Asimismo, una dosis entre 75 y 300 miligramos de cafeína al día puede ayudar a mejorar el rendimiento en labores físicas e intelectuales, según la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA). Esto equivale a tomar entre media y tres tazas diarias.
Pero, por el contrario, el consumo excesivo de esta sustancia puede poner en riesgo la salud y el corazón de los usuarios más adictos. Además, a la hora de elegirlo no vale cualquier tipo de café, aunque “cerca de la mitad de las personas que consumen esta bebida no conoce el país de origen ni sus características. Además, sólo un 9 % elige 100 % arábica, la variedad considerada de mayor calidad”, recuerda Palmero
De las cápsulas ‘ecofriendly’ a las que llevan colágeno
En cuanto a la forma de prepararlo en casa, las cafeteras que funcionan con cápsulas son ya la opción favorita de los españoles, seguidas de las italianas y las de espresso. La rapidez de este formato desechable y su variedad han enamorado a los usuarios. De hecho, “podemos encontrar hasta instantáneas con colágeno, para dormir o para adelgazar”, explican desde la marca de nutricosmética Q77+.
Pero este formato también cuenta con detractores o enemigos debido, sobre todo, a sus materiales contaminantes. De hecho, cada minuto se tiran a la basura 13.500 cápsulas de aluminio y plástico o, lo que es lo mismo, 7.000 millones de cápsulas cada año que tardan más de un siglo en reciclarse. Por ello, algunas marcas apuestan por la versión ecofriendly, con materiales capaces de degradarse por completo hasta convertirse en abono.
Cuanto más natural, mejor
A parte del formato en cápsula, el café torrefacto o torrado es aquel al que se le agrega azúcar durante el proceso de tostado. En concreto, por cada 100 kilos se suman 15 kilos de azúcar. Por ello, es más recomendable optar por el natural, sin más ingredientes que el propio grano. Es el más puro, aromático y saludable. Así, la mejor opción para los amantes de esta bebida debería ser comprar el grano y molerlo justo antes de tomarlo, ya que el molido comienza a perder su aroma y sus propiedades a una velocidad mayor.
No obstante, otra modalidad muy demandada en España es el soluble, molido y procesado, al que sólo hay que agregar agua para tomarlo, sin necesidad de colarlo. Sin embargo, es más perjudicial para la salud que otras variedades. De hecho, no tiene los efectos asociados a otros tipos como, por ejemplo, los antioxidantes e incluye una considerable cantidad de azúcar. Mientras, el café frío de venta en supermercados cada vez tiene más tirón. Pero dicha modalidad, lista para tomar, también es muy azucarada y cuenta con un alto contenido en lactosa. Por ejemplo, un Latte Capuchino Kaiku --370 ml-- contiene más de nueve terrones de azúcar o 37 gramos, una cantidad que excede, y bastante, la recomendad por la OMS: un máximo de 25 gramos al día.
La visión de los nutricionistas
El consumo de café es compatible con una dieta saludable. Sin embargo, “en los preparados debemos prestar atención a los ingredientes porque algunos contienen una elevada proporción de azúcares añadidos. También debemos controlar la cantidad que consumimos porque en dosis elevadas puede provocar efectos adversos debido a la cafeína, como nerviosismo, taquicardia o alteraciones del sueño”, explica Miguel Ángel Lurueña, experto científico-tecnológico e ingeniero, especializado en industrias agrarias y alimentarias.
Asimismo, la acrilamida --sustancia química que se crea de forma natural en productos alimenticios que contienen almidón durante procesos de cocinado a altas temperaturas-- se forma de manera natural durante el tostado de los granos de café. No obstante, en España los tuestes medios predominan y suelen tener menos presencia de dicha sustancia. Además, en general, es muy difícil que una dieta supere los 13.600 microgramos, cantidad a partir de la cual se considera perjudicial y dañina.
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