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Los españoles, más de barra que de mesa

Profesionales de la restauración coinciden en la preferencia de los clientes por este tipo de consumo, que les hace sentirse más cómodos y con el que los locales también ganan

Marta Peiro

Alimentos y clientes en una barra de bar

Los consumidores de comunidades autónomas como Andalucía, Cataluña o Madrid están de enhorabuena: desde hace semanas se permite el consumo en barra en la mayoría de bares y restaurantes. Esto ha animado a muchas personas a recuperar los planes que solían hacer antes de la pandemia y da esperanzas a un sector azotado por la crisis. Los profesionales de la hostelería lo tienen claro: en España somos muy de cañas… y de barra.

Desde la Confederación Empresarial de Hostelería de España (CEHE) describen este tipo de consumo como “de vital importancia para algunos locales”. “El decaimiento progresivo de las restricciones en este sentido sólo puede ser acogido como algo positivo, es un primer paso y estamos esperanzados”, asegura María Durán. Según la responsable de la CEHE, aunque resulta complicado dar datos concretos del peso de este consumo por las diferencias entre locales, “en bares con pocas mesas donde el consumo se concentra principalmente en barra puede llegar a suponer el 70% de la facturación”.

Mayor gasto en la barra

En algunos establecimientos, el consumo de cerveza en barra es el motor del negocio. Esto ocurre en Saborea (Madrid), donde Flor Rivero trabaja como camarera. “Por lo general, gastamos más en barra”, afirma. “El cliente se anima mucho más y le gusta más estar ahí, se siente más cómodo”, apunta Rivero, que estima que mientras el servicio en mesa puede quedarse en una o dos cañas, “en la barra podemos tomarnos tres o más”. “El consumo suele ser de unos 15 euros como poco, pero influye mucho lo que tome cada cliente”, dice.

Dependientes trabajan en la barra de un bar / PEXELS

Igual de contentos están en el Asador El Molinón (Madrid). “El consumidor gasta más en barra. Gracias a eso tenemos más gente”, admiten fuentes del establecimiento. “El hecho de tener los productos delante, la carta y la información hace mucho”, explican.

Comodidad ante todo

Si bien no todos perciben este incremento en el gasto por el hecho de consumir en barra, la mayoría tienen claro que los españoles lo prefieren. “El consumidor se siente más a gusto en la barra”, señalan desde la Cafetería Las Cubes (Madrid). “Se gasta igual, pero prefieren ponerse en barra”, coincide Luis Sanz, camarero del Mesón Ferreiro (Madrid). “La gente se está animando a venir a los bares gracias a la barra. Antes tenían que estar en mesa y no les resultaba tan cómodo”, añade.

Por su parte, otros profesionales del sector atienden al tipo de consumo que esta medida permite reactivar. “Es otra clientela. La gente que consume en barra toma cerveza, aperitivos, bebida…”, comentan desde el restaurante El Urogallo (Madrid). Este tipo de consumo “permite una mayor rotación”, destaca Durán. Gracias a eso, no solo los clientes se sienten más a gusto, sino que los locales ganan más. “Este consumo es diferente, más rápido que el de mesa, donde se está más tiempo, y permite que haya más movimiento”, valoran desde el Bar El Brillante (Madrid). “Entra más gente”.

Dependiente y clienta en la barra de una coctelería / PEXELS

“Básico para la noche”

También están de enhorabuena los locales de ocio nocturno, que han vuelto a abrir sus puertas en muchos lugares de España. Para ellos, la supresión de las restricciones en barra es fundamental. “El consumo en barra es básico para la noche. Hace que más gente se acerque a consumir. Se agiliza y se masifica el consumo”, indica Christian Conte, presidente de la Federación Catalana de Locales de Ocio Nocturno (Fecalon) y gerente de una discoteca y un bar musical en Tarragona.

Según Conte, la reapertura ha sido muy positiva. “Ha habido rupturas de stock de los productos más vendidos, como la ginebra Seagrams o el vodka Absolut”, concreta. “Estamos en los mismos números de consumo en barra que en 2019”, expresa agradecido. Sin embargo, el consumo no está siendo igual para todos. “Los jóvenes han salido desbocados, con muchas ganas, pero en los locales de gente más mayor está costando”, sostiene. “No sabemos si es por respeto a la pandemia o porque se han acostumbrado a quedarse en casa”, añade.

Primeras veces

El entusiasmo de los jóvenes por la reapertura de este tipo de locales se explica de una forma muy sencilla. “Muchos no habían estado nunca en una discoteca”, expone Gloria Cabrera, responsable de comunicación de Fecalon.

Cabrera señala la ruptura de stock a la que se refería Conte como una de las mejores demostraciones de lo vivido en los últimos días. “Incluso las distribuidoras no daban de sí al distribuir los productos”, declara. Además de las ganas de salir, puede que una de las razones para este consumo resida en los precios, en los que no se ha notado el parón por el coronavirus. “Los hemos mantenido, incluso a veces bajándolos por la situación”, concluye la especialista.