Cuando hay crisis muchos consumidores tienden a contener el gasto y en productos de cierto nivel como el vino también se ve esa tendencia. Sin embargo, con la pandemia lo que se ha producido es que ahora el usuario se ha vuelto un poco más sibarita. Compra menos vinos, pero de mayor calidad.
Según un informe de la EAE Business School, los vinos con Denominación de Origen tuvieron una demanda superior frente a los demás durante la cuarentena y a lo largo de todo 2020 en España.
El consumo de vino en tiempos de Covid
Aunque el coronavirus provocó una caída de las ventas de vino del 14 % en 2020, desde el inicio de la pandemia los consumidores han mostrado un mayor interés por los productos premium.
Asimismo, también ha crecido el interés por el origen del producto, en relación con su sostenibilidad y los criterios éticos en su elaboración. Esto incluye, según el informe, reducir el peso de las botellas, optimizar los recursos naturales y apostar por la viticultura generativa (recuperar la vida en los suelos imitando la naturaleza) y las variedades autóctonas.
Las marcas más compradas
Las empresas globales productoras con mayor cuota de mercado en 2020 son García Carrión (11 %), Félix Solis (4 %), Pernod Ricard (3 %) y Miguel Torres SA (1,9 %). Por otro lado, en el caso de los productos nacionales, el ranking también está encabezado por García Carrión, con Mercadona (6,1 %) y Carrefour (3,2 %) justo por detrás.
En cuanto a los vinos espumosos, Freixenet SA (24,6 %) es la compañía con más ventas, seguida de Codorniu SA (17,1 %), García Carrión (8,9 %), Arco Bodegas Unidas (2,9 %) y Juvé y Camps (2,7 %).
Las bodegas, por detrás en digitalización
Sin embargo, a la hora de comprar y adquirir uno de estos buenos vinos, el usuario suele acudir al supermercado más próximo o buscar por internet, dado el auge del e-commerce y delivery.
En este contexto, no obstante, las bodegas españolas se han quedado un poco atrás: un 30 % de ellas no vende vino online. Además, esta ralentización digital también se observa en el marketing de estas empresas: la mayoría prefiere el e-mail o el teléfono para gestionar las ventas.