0 opiniones
La escala Scoville: los graves riesgos para la salud de pasarse con el picante
El plato más picante de España está en un restaurante de Madrid. Se llama "bomba atómica" y a quien se lo termina le dan un diploma
El picante no está hecho para todos. Hay quienes lo toleran, e incluso se vanaglorian de que sus recetas tengan una porción del infierno en la tierra, y después están los que, con una pequeña dosis, pueden acabar con graves problemas de salud. Esto se debe a la capsaicina, un componente químico que se encuentra en los pimientos. Para medir la cantidad de este elemento, el químico y farmacólogo estadounidense Wilbur Scoville creó la escala Scoville en 1912.
El margen de picor de un pimiento puede llegar a ser, según esta medida, de cero a cinco millones de unidades Scoville (SHU en su nomenclatura inglesa), que es la propia sustancia en su forma más pura. Por ejemplo, el pimiento verde, de uso común en cualquier cocina, está representado con el mínimo rango. Mientras, el chile Naga Viper, que en 2011 fue galardonado por el Libro Guinness de los Récords Mundiales como el más picante del mundo, tiene entre 1,3 y dos millones de unidades. Además, las consecuencias para la salud de pasarse con la cantidad pueden ser bastante serias.
¿Cuáles son sus efectos negativos?
Todo en exceso puede ser perjudicial para la salud y eso mismo pasa con el picante. “Al no tratarse de un sabor, sino de una agresión de las células de la lengua, es muy normal que la gente que toma picante pueda llegar a tener hasta úlceras. También puede ocurrir que, cuando sin querer tocamos algo y nos metemos el dedo en el ojo, pueda estallar alguna vena o arteria”, explica Daniel Mantas, dietista-nutricionista de Sevilla.
Los efectos del picante en el cuerpo pasan por una elevación de la temperatura corporal, lo que provoca que disminuya la tensión arterial y el usuario pueda hasta desmayarse. Hay personas a las que incluso les puede dar una lipotimia. En los casos más extremos, según los expertos, si el usuario se pasa de picante y se va a la parte más elevada de la escala Scoville, se puede llegar a tener hasta una insuficiencia respiratoria e incluso un ataque al corazón.
Beneficios del picante
La capsaicina tiene también algunos beneficios interesantes para la salud. Estimula el metabolismo y también es antimicrobiana, antibacteriana y antivírica. De hecho, se usa en muchas culturas para conservar los alimentos porque hace que duren más tiempo, como la salazón. Además, en medicina se emplea en forma de crema para mejorar la respiración o para aliviar el dolor, por eso, cuando se administra se pone la piel muy caliente.
Desde hace tiempo, se ha observado que esta sustancia puede servir también para adelgazar. Estimula el metabolismo, lo que provoca que nuestro cuerpo trabaje más rápido y queme las calorías con más eficacia. Muchos nutricionistas lo recomiendan para perder peso, pero en pequeñas cantidades, ya que una dosis elevada puede ocasionar daños al organismo.
Capsaicina sí, pero con moderación
Viajar a la India o a algún país asiático y sufrir un trastorno digestivo es algo muy común. Esto se debe, en parte, a que los europeos no tienen la misma flora bacteriana que los residentes de estas regiones. “Dependiendo del lugar en el que vivimos nuestra microbiota intestinal es diferente. En otros países, la gente está más preparada para metabolizar ese picante. Además, algunas personas se entrenan desde que son pequeñas y su cuerpo está más acostumbrado”, sostiene Mantas.
Tener esto en cuenta es importante para evitar un disgusto tras consumir algún alimento que contenga un elevado porcentaje de capsaicina. “Tienes que empezar con muy poco y entrenar hasta acostumbrarte. Es como los rusos, que están más acostumbrados a bañarse en lagos helados que nosotros, lo que hace que su cuerpo se habitúe a esas temperaturas”, añade Mantas.
El plato más picante de España
El restaurante tailandés Oam Thong, en Madrid, ostenta el dudoso privilegio de tener el plato más picante de España. Lo que ofrece en la carta viene indicado en términos de la escala Scoville. No todos los restaurantes que sirven picante lo hacen. En este local se puede encontrar desde algo suave, puntuado con un 100, a su plato estrella: la bomba atómica, con una indicación de dos millones que sólo se sirve bajo pedido. Esta receta requiere incluso de la firma de un médico que asegure que no se tiene ningún problema de corazón y dejar constancia en un documento, elaborado por el buffet de abogados BGD, de que se asume toda responsabilidad de lo que pueda pasar.
Paul Chiu, encargado del local, asegura a este medio que hasta ahora no han sido testigos de ninguna desgracia. Lo máximo que ha pasado es que algunas personas se han desmayado. “El punto está en que cada vez que tomas una porción del plato te sube el picante. Con cada cucharada toca sufrir diez minutos. Y el otro problema está en que, por la noche o al día siguiente, el momento de ir al baño llega acompañado de un resquemor que puede llegar a ser incómodo”, sostiene Chiu.
Un arranque curioso
El famoso plato de Chiu se creó en 2005 tras la queja de un cliente.Su plato no estaba lo suficientemente picante, así que le prepararon un “platito picantito”. A raíz de esa iniciativa, los clientes empezaron a demandar platos más excitantes, y entonces se lanzaron en el menú las opciones “magma” y la “bomba atómica”. Después, se ha creado todo un juego en torno a estas recetas picantes y el comensal capaz de vaciar el plato obtiene hasta un diploma.
Esta receta que puede ocasionar problemas de salud no está indicada para los menores de edad. Sin embargo, Chiu asegura que son los más pequeños los que toleran mejor el picante y recomienda a todos que, si van a probar una receta con un elevado nivel de capsaicina lo hagan con el estómago lleno. Y, en caso de querer reducir sus efectos, pidan algún lácteo, como la leche.
Desbloquear para comentar