La Navidad es un periodo de excesos, ya que en las comidas y cenas familiares resulta más difícil controlar la ingesta de comida y de alcohol, lo que puede suponer un riesgo para las personas diabéticas. Según la Sociedad Española de Diabetes, entre un 11 % y un 14 % de la población española tiene diabetes, y algunos están sin diagnosticar. Los que sí saben que lo son deben tener en cuenta que el aumento de peso tiene consecuencias negativas a nivel metabólico, como el incremento de la presión arterial o de la glucemia.
Así, conviene restringir la cantidad de alimentos ricos en hidratos de carbono y prestar atención a los postres, si bien tampoco hay que prohibirlos. Una cantidad aceptable sería comer de uno a dos trozos de turrón o un solo polvorón. En cualquier caso, lo ideal es que el postre contenga la máxima cantidad de fruta posible, por ejemplo, con tartas de manzana.
Planificar los menús
A la hora de planificar los menús navideños (que deberían limitarse a los días estrictamente festivos, el resto deberían ser días de diario), es recomendable que las personas diabéticas opten por comidas que incorporen frutas y verduras de temporada, así como pasta, arroz o patata con cierta periodicidad.
En cuanto a los ingredientes, es importante desterrar la margarina y la mantequilla y escoger aceite de oliva virgen extra siempre que sea posible. Tampoco hay que olvidar tener a mano briks de zumos o galletas por si hubiese una hipoglucemia.
No olvidar el ejercicio físico
Los especialistas también recuerdan que, después de tomar la medicación de insulina, se debe esperar 10 minutos para empezar a comer. Aproximadamente dos horas después de hacerlo, revisar y apuntar los niveles de glucemia.
Por otra parte, el ejercicio físico resulta fundamental. Por eso, es recomendable dar paseos después de la comida, para controlar los niveles de glucosa. Asimismo, es muy útil practicar ejercicios más completos para preservar la masa muscular, aunque sea con poca intensidad, como nadar, hacer sentadillas o subir escaleras. Igualmente, el deporte puede ser una excusa para que los miembros de la familia estén juntos en Navidad.