0 opiniones
David contra Goliat: una empresa canaria, en guerra con Pepsi por la marca Rockstar en España
Un alemán afincado en el archipiélago registró la marca Rock Star en 1999 y lleva más de una década metido en una batalla judicial para defender su firma de bebidas energéticas
“Es una historia digna de película”, asegura a medio camino entre la broma y la resignación Roger Jean Herrmann, un pequeño empresario alemán afincado en Canarias desde hace casi cuatro décadas e inmerso desde 2009 en una guerra judicial por una marca que registró en España en 1999: Rock Star. En este tiempo ha tenido que enfrentarse en los juzgados a dos multinacionales: Rockstar Inc. y PepsiCo, después de que ésta última adquiriera en 2020 la primera por unos 3.200 millones de euros. A pesar de los intentos legales para que Roger no pudiese explotar su marca en España, la justicia le da la razón: “El titular de Rock Star como marca nacional --no comunitaria--, con carácter exclusivo y excluyente para cervezas y bebidas energéticas es Town Music SL., la empresa propiedad de Roger”, asevera a Consumidor Global su abogado, Carlos Quintana.
Sin embargo, las arremetidas de Pepsi no cesan y el 4 de enero de 2021 el Boletín Oficial de la Propiedad Industrial (BOPI) publicó la denegación de dos solicitudes de marca nacional presentadas por el gigante estadounidense y que entraban en conflicto con la del empresario alemán. Mientras, Pepsi sigue comercializando la bebida energética Rockstar Energy en España porque ningún juzgado ha dictado una resolución en la que se le inste a dejar de hacerlo. En este contexto, las instrucciones de Herrmann a su abogado son firmes y tiene claro su objetivo: “Vamos a intentar que Rockstar Energy salga del mercado español”, subraya Quintana.
“No puedo crecer por culpa de Pepsi”
Es obvio que la bebida propiedad de Pepsi juega en una liga muy diferente a la de Herrmann. El gigante Rockstar Energy --creado en 2001-- se comercializa en más de 30 países y es competencia directa de los otros dos titanes del sector: Red Bull y Monster. En tanto, el éxito del producto del empresario afincado en Canarias es mucho más modesto y no se acerca ni por asomo a la magnitud de su rival. Según explica el germano, su bebida sólo está disponible en unos cuantos locales del archipiélago, a pesar de que en su momento tuvo contratos para implantarse en Andalucía.
“No puedo crecer por culpa de Pepsi”, lamenta Herrmann, quien considera que la contienda judicial iniciada en 2009 es una gran traba para la expansión de su marca a otras zonas de España. Algunos clientes potenciales esgrimen que la “marca original” es la del gigante estadounidense y menosprecian la suya, mientras que otros se sienten “presionados”, según declara. “Los comercios no quieren problemas con la gran empresa”, asevera Herrmann. En ese sentido, Pepsi prefiere no pronunciarse al respecto. “No entramos a comentar asuntos que están pendientes de instancias administrativas o judiciales”, ha matizado la compañía a Consumidor Global.
Un intento de compra “vergonzoso”
“El argumento que están utilizando para ir contra nosotros es que son una multinacional y que por eso deben prevalecer sus intereses. Están hundiendo a Roger (Hermmann) y lo tienen todo el día en los tribunales”, señala el abogado Quintana. De hecho, aunque el pequeño empresario prefiere no desvelar la cifra de cuánto se ha gastado en su defensa hasta el momento, confiesa que le daría para comprarse “una buena casa”. En ese sentido, Rockstar Inc. tomó la delantera en la batalla legal y en 2009 presentó una demanda ante el Juzgado de lo Mercantil de Las Palmas para que Hermmann cesase en la explotación de la marca Rock Star. Luego hubo una apelación, un recurso de casación ante el Tribunal Supremo y una demanda por competencia desleal. Tras todo ello, los distintos fallos y sentencias reconocen, hasta ahora, que la marca pertenece a Herrmann, quien la registró en 1999, es decir, dos años antes de que naciese Rockstar Inc.
En procesos judiciales de este tipo es habitual que se produzca una negociación entre las partes para intentar zanjar el asunto. En ese contexto, Herrmmann asegura haber recibido una oferta económica para comprar su marca. “Antes de que vendieran Rockstar a Pepsi tuve una videoconferencia en la que me ofrecían una cantidad vergonzosa”, matiza. Además, este empresario considera que sería apropiado que la compañía norteamericana le pagase una licencia de uso de su marca mientras siga vendiendo la bebida energética en España.
¿Cuándo se resolverá el caso?
Según un estudio de la empresa Allied Market Research, se estima que el tamaño del segmento de las bebidas energéticas alcance los 86.000 millones de dólares --alrededor de 71.000 millones de euros-- en el próximo lustro. Las cifras demuestran la importancia del sector y en los últimos años ha habido varios movimientos en consonancia con esas previsiones. De hecho, antes de que Pepsi comprase Rockstar Inc, su principal e histórico rival, Coca-Cola, se hizo en 2014 con el control de casi el 17 % de Monster.
En este contexto, la batalla judicial por la marca Rockstar en España sigue en marcha. Determinar cuándo se conocerá el desenlace del caso y si el popular refresco desaparecerá o no de los supermercados y tiendas del país es difícil de prever. “Lo único que espero es no tener que esperar otros 11 años”, subraya el abogado Quintana.
Desbloquear para comentar