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Empezar el día con un zumo de naranja: una pésima elección, según los expertos
Al exprimir las naranjas, la fibra se queda en los restos de pulpa, pero el azúcar de las piezas de fruta llega intacto al vaso
Casi a diario, los nutricionistas desmontan mitos que estaban instaurados en la forma de alimentarse de la sociedad. Uno de los últimos en caer ha sido el de beberse un zumo de naranja natural todas las mañanas.
Así es, los expertos en alimentación han tachado de la lista de rutinas saludables el zumo de naranja recién exprimido, pero ¿por qué motivos?
Una pésima elección
Al exprimir un par de naranjas, la fibra, casi en su totalidad, se queda en los restos de pulpa. En cambio, el contenido de fructosa, el azúcar de la fruta, llega intacto al vaso. De este modo, sin la fibra, la fructosa tiene un impacto directo en el nivel de azúcar en sangre, un impacto muy superior al que proporciona una naranja comida.
Pero eso no es todo. Para hacer un zumo de naranja se requieren tres, cuatro o hasta cinco naranjas, por lo que se ingiere la fructosa de todas esas piezas sin la fibra correspondiente. En resumen, un vaso de zumo de naranja natural todas las mañanas es un chute brutal para el organismo. Los nutricionistas matizan que los hidratos de carbono no son malos de por sí, pero que deben vincularse a la práctica de ejercicio físico para no empezar el día con una glucemia alta.
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