Un milhojas cubierto de chocolate y relleno de una generosa crema que se desborda al primer mordisco. Así presenta Dulcesol su producto al cliente que, salivando, se apodera de él. No obstante, al desenvolver el envoltorio de la marca de Vicky Foods e hincarle el diente, la realidad de la crema es otra y se asemeja más a una especie de gelatina.
“Son unos estafadores. Anuncian que están rellenos de crema cuando le meten gelatina”, acusa Yordi Suárez, un cliente, sobre la publicidad de Dulcesol. “La foto no se corresponde con la realidad. Es como si el relleno de crema de los roscones de Reyes tuviera ese aspecto. Es una estafa total al consumidor”, arremete.
Cambio en la fórmula
Lejos de quedarse satisfecho con este relleno de la pieza de hojaldre, Suárez cuenta a Consumidor Global que decidió redactar un e-mail a la empresa para trasladar la queja y poner en jaque su publicidad “engañosa”. La respuesta de Dulcesol no tardó en llegar.
“Hola Yordi, el motivo por el que tiene este aspecto la crema, es porque hemos eliminado colorantes artificiales de la fórmula, para ser un producto más saludable y esa mejora elimina opacidad al relleno”. Así justificó la compañía el aspecto que tan poco parecido tiene con el de la imagen que envuelven las milhojas de cacao rellenas.
“No es gelatina”
Este medio también se ha puesto en contacto con Dulcesol para conocer su postura y sobre su cambio en la fórmula del relleno de crema. “En ningún momento se le ha dicho al consumidor que sea gelatina. Lo que lleva el producto es crema”, insisten desde la empresa.
“Lo que se le dijo al consumidor es que se habían eliminado colorantes de la fórmula, que le otorgaban opacidad al producto y por ello, ahora la crema es más transparente”, argumentan desde Dulcesol a Consumidor Global. Sin embargo, cuando se le pregunta sobre si sería apropiado cambiar la fotografía del envoltorio donde se visualiza una crema más opaca y generosa, la marca se abstiene de responder.
¿Supone un riesgo?
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) explica que, en cualquier caso, la gelatina no supondría un riesgo para el consumidor, siempre y cuando se etiqueten correctamente los alérgenos del anexo II del Reglamento UE 1169/2011 cuando sea de aplicación (por ejemplo gelatina de pescado).
En cambio, en el artículo 4 de la Ley 34/1988 de General de Publicidad se detalla que “es engañosa la publicidad que de cualquier manera, incluida su presentación, induce o puede inducir a error a sus destinatarios, pudiendo afectar a su comportamiento económico, o perjudicar o ser capaz de perjudicar a un competidor”. Un artículo que, sin duda, se podría aplicar al milhojas de cacao relleno de “crema” de Dulcesol.