Josep Pujol, un químico oriundo de Castellar del Vallès, fue el inventor del dulce más icónico de la bollería industrial española: la Pantera Rosa. Este dulce irrumpió en el mercado en 1966 y, a pesar de las recomendaciones de los nutricionistas y médicos, esta bomba de azúcar sigue en los estantes de muchos supermercados y tiendas de barrio. Desde 1973 Bimbo es la empresa que se encarga de producir y distribuir estos pastelitos, así como su primo hermano, el Tigretón. Además, la Pantera Rosa no ha cambiado mucho a lo largo de los años.
Fiel a su estética algo extravagante, este dulce se ha mantenido igual desde el primer día en que se lanzó: de color rosa chicle, tipo brioche y relleno por una crema en su interior. No obstante, la Pantera Rosa tendrá que romper con su tradición y hacer algunos ajustes en su composición. La normativa europea ha prohibido uno de sus aditivos para el 2022: el colorante E171.
¿Qué es el E-171 y por qué Europa lo prohíbe?
Se trata del dióxido de titanio. Este aditivo está presente en decenas de productos tan cotidianos y variopintos como la pasta de dientes, los chicles y la bollería. ¿Su función? Blanquear.
Su presencia ha sido tan extendida como discreta. Pero eso cambió este 2021 cuando la Agencia Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) reafirmó su posición y añadió este químico a su lista de ingredientes no seguros. De hecho, Francia fue el primer país en prohibir el uso de este colorante el 1 de enero.
Presente en productos muy conocidos
No sólo el bollo de la Pantera Rosa usa este conservante para elaborar su relleno interior. También está presente en los chicles Trident, Lacasitos y la crema solar del 20 % de firma Garnier. De hecho, el dióxido de titanio, no influye en su sabor, como explica Álvaro Benito, tecnólogo de los alimentos y divulgador científico en la cuenta de Twitter inFoodmation “es un aditivo, pero no es un conservante, es un colorante, su efecto sólo repercute en la apariencia”.
“Hasta ahora no he visto que se haya dado con una alternativa común, pero es cuestión de tiempo. Las empresas de la industria tienen departamentos muy potentes de I+D que estarán trabajando en ello”, corrobora Benito. De hecho, muchos de los productos que llevaban este colorante --como la mayonesa Ligeresa o algunos yogures de Danone--, ya emplean otro aditivo en sus composiciones, como es el caso del tinte de carotenos. En el caso de la Pantera Rosa, Bimbo ha explicado a Consumidor Global que desde la empresa “ya están trabajando en alternativas para sustituir este ingrediente de sus productos de acuerdo con la nueva normativa”. No obstante, la empresa ha preferido no dar más detalles sobre este cambio.
Su efecto en la salud
El dióxido de titanio es “altamente perjudicial para el sistema inmunitario y además tiene efectos cancerígenos”, señala a Consumidor Global Carlos Palomo, nutricionista en la consulta Vitasane de Sevilla. De hecho, hace meses que la EFSA investiga los posibles efectos nocivos que puede tener este aditivo en diversos alimentos. Ha analizado hasta 900 diferentes.
“Aunque la evidencia de efectos tóxicos no fue concluyente, sobre la base de los nuevos datos y los métodos reforzados no pudimos descartar una preocupación por la genotoxicidad y, en consecuencia, no pudimos establecer un nivel seguro para la ingesta diaria”, matiza al respecto de este estudio Matthew Wright, miembro del panel de expertos de la EFSA. ¿Y eso qué significa? La genotoxicidad se refiere a la capacidad de una sustancia química de dañar el ADN y, en última instancia, la posibilidad de que tenga ayude a la aparición de tumores. Tras la ingestión oral, aunque la absorción de partículas de dióxido de titanio es baja, éstas pueden acumularse en el cuerpo.
¿Un paso más hacía una correcta alimentación?
Lo del dióxido de titanio ya viene de lejos y, es que desde 2016 que la EFSA tiene este colorante en el punto de mira. Y tal y como señala el nutricionista Palomo, “eso quiere decir que desde hace ya un tiempo, tanto las autoridades alimentarias, como la industria, tenían indicios de que este componente no era bueno para la salud humana y aun así se ha empleado”.
Pero Palomo prefiere ser optimista y considera que “las personas que tienen una dieta saludable no incluyen en la alimentación este tipo de productos que suelen ser ultraprocesados, por eso tampoco hay que darle más importancia”. Asimismo, este experto, concluye que “este tipo de restricciones son una muestra de que las autoridades europeas y nacionales velan por la salud de los ciudadanos y que al final, por muchos intereses inherentes que haya, las prohibiciones llegan”.