Uno de los deseos más comunes entre las personas que tratan de adelgazar es conseguirlo de manera rápida. Si se pueden perder cinco kilos en dos semanas, en lugar de en un mes, mucho mejor. Una teoría que contradice frontalmente lo recomendado por médicos y nutricionistas, que coinciden mayoritariamente en que perder peso poco a poco es más saludable que hacerlo rápido.
Pero ¿cómo lo hacen Paula Echevarría o Amaia Salamanca que están estupendas justo después de dar a luz? Ver las celebrities con unos cuerpos de infarto en menos de quince días deprime y, además, incita a caer en las denominadas dietas milagro. Por ello, antes de recurrir a este tipo de planes es mejor conocer qué situaciones no ayudan bajar unos decimales a la báscula.
Lo que no se debe hacer
Cuando se trata de perder peso, las prisas no son buenas. Lo ideal no es ponerse "a dieta" en el sentido estricto de la palabra, sino cambiar hábitos de forma progresiva hasta que se logre el objetivo marcado. Además, como apuntan todos los nutricionistas, estos tips solo sirven si se cumplen con constancia.
1. No descansar lo suficiente. ¡Duerme de 7 a 9 horas cada día!
2. Tener alto nivel de estrés. El estrés puede hacer que aumente más la sensación de apetito, aparece la ansiedad y los atracones. Además, el cuerpo libera hormonas que favorecen el aumento de grasa corporal como la hidrocortisona.
3. Tener miedo a las grasas.
4. No incluir proteínas en las comidas. Consumir proteína en nuestro desayuno ayuda a activar nuestro metabolismo, ya que al organismo le cuesta más procesar este nutriente. Favorece el aumento de masa muscular.
5. No tomar suficiente agua, hay que tomar al menos dos litros. Es muy bueno tomar agua con trozos de frutas naturales como naranja, piña, limón o pepino que nos aportarán antioxidantes y las propiedades de esa fruta. Mejor que el agua sola.
6. Descuidar la actividad física. Es indispensable para adelgazar apoyar cualquier método con deporte, aunque hay que irlo introduciendo poco.
7. Cenar tarde. Realizarla unas tres horas antes de acostarnos para darle tiempo a nuestro intestino a hacer la digestión correctamente.
8. Obsesionarte con la báscula. Deja la báscula de lado. Si estás haciendo deporte, es normal ver que el peso sea el mismo o incluso aumente, pero todo se debe a que estás convirtiendo la grasa en masa muscular.
9. Ser fan de las dietas milagro, de las que os estamos hablando.
10. No crear un hábito, a la hora de la alimentación es bueno tener un hábito saludable.
Alternativas quirúrgicas
Para la gente que quiere quitarse más de 15 quilos hay otras alternativas quirúrgicas que pueden servir. Un ejemplo de estos es el método Pose,una reducción de estómago sin cirugía, y está indicada para pacientes con problemas de obesidad y con un Índice de Masa Corporal (IMC) entre 30 y 40. A diferencia de las reducciones de estómago convencionales, el Método Pose reduce la capacidad del estómago vía oral mediante endoscopia (sin incisiones). Se realizan pliegues en la parte superior del estómago para reducir la producción de grelina -la hormona del hambre- y en la parte inferior, para ralentizar el vaciado.
Otra alternativa es la manga gástrica, indicada para pacientes con obesidad severa y mórbida con un IMC mayor de 40, que además pueden llevar asociadas otras patologías como hipertensión, diabetes, síndrome de apnea o enfermedades coronarias. Consiste en una intervención mínimamente invasiva realizada mediante laparoscopia, donde se reduce un 80% el estómago. Se modifica su forma convirtiéndolo en una especie de tubo o manga. El estómago, al haber reducido su tamaño, segrega menor cantidad de grelina.