A diferencia de lo que ocurre en las carreras de Fórmula 1, la velocidad no es el ingrediente principal para subirse al podio y lanzar la primera bebida isotónica y ecológica del mercado. Tres años llevó diseñar la fórmula de RAW, el refresco deportivo y sin azúcares añadidos por el que han apostado deportistas como Fernando Alonso y Rudy Fernández. Esta idea que, en principio, parece buena y saludable, ¿merece la pena? Los expertos piensan que derrapa: “Es un agua con sal y muy poco zumo”, nos comentan.
RAW presume de ser una bebida elaborada 100 % con elementos naturales, sin azúcares añadidos y rica en vitaminas. Naranja-mango, lima-limón o arándanos-açaí son los sabores que ofrece, de momento, en el mercado, aunque encontrarla no es tan fácil. Rubén González, CEO de RAW y creador de la fórmula, explica a Consumidor Global que, tras hacer un estudio de mercado, “vi la necesidad de diseñar una marca en la que se sintiera identificado un nuevo tipo de consumidor centrado en cuidarse”.
La nueva bebida de Fernando Alonso que quiere ser la alternativa a Aquarius
El objetivo de RAW es, según su creador, desbancar a competidores como Aquarius o Gatorade a través de la oferta de un producto “que no tiene nada de azúcar añadido, frente a los 40 gramos que puede llevar una lata de este tipo”. González señala que RAW está enfocada en un público preocupado por una alimentación y vida saludable, en la que también cabe la concienciación por la sostenibilidad.
Y es esa filosofía la que captó la atención de Fernando Alonso, Aleix Espargaró o Rudy Fernández, deportistas que forman parte del accionariado de la marca. “Ellos vieron algo diferente, un mensaje saludable del que quieren formar parte, algo con lo que ellos se sienten atraídos para invertir en la marca”. Y así se han convertido en imagen de la bebida para llegar a más y más gente.
Difícil de encontrar y poco sabor
El equipo de Consumidor Global ha probado esta nueva bebida. En concreto, los sabores de naranja y mango y de limón y lima. Ambos envases de 400 mililitros se pueden comprar por 1,2 euros en supermercados de cadenas como Alcampo, Eroski y Carrefour. Pero, encontrar la bebida puede ser complicado. De hecho, en algunos establecimientos que figuran como vendedores de la misma es casi imposible dar con alguna botella de RAW e incluso al preguntar a algunos trabajadores de estos establecimientos confesaban que desconocían la marca.
Tras probarla, es fácil comprobar que no existen azúcares añadidos al tener un sabor neutro, apenas edulcorado con un poco de zumo de fruta. En el caso del botellín de limón-lima, el porcentaje de jugo es de tan sólo 3,9 %, mientras que el de mango y naranja suma algo más, hasta el 5,4 %. “Tiene muy poca cantidad de extractos de zumo, de ahí que pueda resultar barato”, señala sobre este producto Jesús García, tecnólogo de alimentos.
¿Una bebida isotónica?
Aunque en la botella no aparece la palabra isotónica, RAW se vende como tal y así aparece reflejado en su web y en campañas publicitarias. Sin embargo, como indica la nutricionista Andrea Ferrandis, fundadora del Centro Sanus Vitae en Valencia, “no puede ser isotónica porque no suma las cantidades mínimas que debe tener de algunos componentes para considerarse como tal”. Por ejemplo, cuenta con 2,7 gramos de hidratos de carbono por cada 100 mililitros y apenas 13 kilocalorías.
La dietista señala a Consumidor Global que se trata de una bebida refrescante con la que recuperar sales minerales y favorecer la hidratación, “pero no es la mejor opción para entrenar y hacer deporte”. “Al final es agua con sal y algún saborizante que aporta el poco zumo que lleva”, matiza Ferrandis. Sobre el precio, la nutricionista opina que es barato en comparación a otras bebidas deportivas, pero, aún así, “su contenido no vale eso”.
“Pobre y poco interesante”
La nutricionista Susana Rodríguez Costa, de Nutriciona Group coincide con el resto de expertos. Señala que, al hablar de bebidas deportivas, las cantidades de azúcar son importantes “y ésta tiene muy poco”. En su opinión, RAW es “una bebida pobre y poco interesante, a nivel de bebidas deportivas”, remarca. Por su parte, Patricia Domínguez, nutricionista de Zaidomin, expone a Consumidor Global que "pueden jugar con el producto y venderlo como la isotónica más saludable por no tener azúcares añadidos, pero no deja de estar elaborada con concentrado de fruta. Eso supone, según Domínguez, quitar el agua del zumo para hacerlo polvo y añadirla de nuevo, "un proceso que deja mucho que desear".
Entonces, ¿cuál es la mejor opción para recuperar e hidratarse después de un entrenamiento? Andrea Ferrandis lo tiene claro: incluir agua y una buena alimentación. “Una cena basada en una ensalada que aporte vitaminas y minerales, hidratos de carbono o cualquier tipo de fruta entera y verduras, además de un alimento proteico como el pescado o los huevos, siempre acompañado de agua. Es, sin duda, la mejor manera de recuperarse”, concluye.