“Llevamos un año con la iniciativa y ya hemos conseguido expandirnos por toda España”, comenta Marta Maneja a Consumidor Global, la cofundadora de Gloop, una start up que busca acabar con los plásticos de un sólo uso a través de alternativas comestibles. Sin embargo, pese a la buena voluntad para encaminar a los consumidores a un modelo más sostenible, lo cierto es que los nutricionistas no están del todo de acuerdo debido al porcentaje de azúcar que contienen estos cubiertos comestibles.
En más de 30 heladerías españolas se pueden encontrar ya cubiertos que se pueden comer. Madrid, Barcelona, Valencia, Palma de Mallorca y Canarias son algunas de las ciudades que se han rendido a las cucharitas hechas a partir de avena o fibra de cacao. De hecho, cuatro heladerías de la capital catalana han apostado recientemente por esta modalidad y complementan, de manera temporal, las cucharas desechables con las “de usar y comer” de la start up Voilà, la primera empresa española en industrializar el proceso de fabricación de los cubiertos comestibles.
Los nutricionistas alertan del nivel de azúcar de los cubiertos comestibles
“Estas cucharas serían para usarlas de manera ocasional porque tiene un porcentaje de azúcar súper alto”, alerta Elena Sánchez, técnica superior en dietética. Y es que, para la nutricionista, que el ingrediente principal de estos cubiertos comestibles sea el azúcar “no es lo ideal”. En concreto, las cucharitas que ofrece Gloop --con un peso de 3 gramos-- contienen 18,9 gramos de azúcar por cada 100 gramos de producto, una cantidad que hace que los expertos en nutrición no las recomienden en exceso.
En la misma línea, la nutricionista Susana Rodríguez, del grupo Nutriciona, asegura que estas cucharitas comestibles no le convencen. “Lo que más llevan es azúcar de caña, si a esto le sumas el helado que pides junto a ella, es una bomba de azúcar para el cuerpo”, opina. “Considero que es un producto muy pobre a nivel nutricional. No sé hasta qué punto esto es mejor para la sostenibilidad, lo que está claro es que no es lo ideal para la salud”, sentencia.
Heladerías que prueban con esta alternativa sostenible
María Clementi trabaja en DelaCrem, una heladería situada en la calle Enrique Granados (Barcelona), que se ha sumado a la ruta zerowaste, enmarcada en la Food Design Week de Barcelona, que se celebra del 2 al 22 de junio. El establecimiento ofrece ahora la innovadora alternativa de los cubiertos comestibles, sin embargo, de momento, se trata de una prueba piloto.
“No sé si lo implantaremos de manera fija a corto plazo. Quizás en un futuro la gente lo empiece a pedir más, pero ahora la mayoría desconocen los cubiertos comestibles”, relata. La empleada afirma que, en la heladería donde trabaja, sólo les ofrecen estas cucharas comestibles a los clientes habituales, pero que, “de vez en cuando”, aparece algún consumidor curioso que pregunta por ellas. No obstante, reconoce que ofrecen más las cucharitas biodegradables.
Los clientes desconocen este tipo de cucharas
“¿En serio se come?”, cuestionan casi al unísono Mireia García y María Navarro, dos clientas esporádicas de la heladería Natas Heladas, situada en la calle Elisabets (Barcelona), cuando se les pregunta sobre las cucharas comestibles que tienen encima del helado que acaban de pedir en el mostrador. Y es que, la heladera no les ha explicado nada sobre este accesorio, limitándose a colocarlas en cada tarrina de helado.
Al probarlas, las jóvenes describen a Consumidor Global que no tienen sabor, eso sí, “están muy duras” -esto es así para que no se rompan antes de terminar el helado-. “La idea está muy bien. Volvería a pedirla”, comenta García mientras su amiga afirma con la cabeza. ¿Animará eso a las heladerías a mantener esta oferta? Tiempo, al tiempo.