Congelar comida resulta muy práctico: permite que no se desperdicien los alimentos sobrantes y además ahorra tiempo, ya que posibilita preservar un plato prácticamente listo. No obstante, no toda la comida dura lo mismo en el congelador. La fruta y verdura puede aguantar de 8 meses hasta casi un año, los guisos conviene consumirlos unos tres meses después de congelarlos… Y con la carne existen grandes variaciones.
Cuanto más procesada esté la carne, menos durará. Por ejemplo, los perritos calientes, el tocino o las salchichas no deben mantenerse en el congelador más de 1 o 2 meses. Tampoco la carne muy grasa dura demasiado, y los embutidos y el jamón no deben guardarse más de 3 meses. En general, la carne cocinada debe guardarse en el congelador cuando ya esté fría, en recipientes herméticos. También dura hasta tres meses en buenas condiciones.
Carne de vacuno y de ovino
Según la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan), los restaurantes pueden guardar la carne de vacuno y la de ovino hasta 12 meses a -18 ºC. No obstante, en casa esos tiempos se reducen entre los 4 y los 12 meses, según el tipo y el corte. Por norma general, la carne dura más si se guarda cruda.
La carne de ave, al ser menos grasa, sí pude durar hasta 12 meses, pero si se guarda troceada, el tiempo máximo recomendado baja a los 6 meses. En cuanto a la descongelación, se recomienda hacerlo en refrigeración, es decir, en la nevera, tras lo cual la carne debe consumirse en el menor tiempo posible. Si no es posible, se puede recurrir al microondas.