El Gobierno quiere frenar de una vez por todas el derroche de alimentos. Para ello este martes aprueba el proyecto de ley de Prevención de las Pérdidas y el Desperdicio Alimentario, en el que todos los agentes de la cadena alimentaria (supermercados, bares, restaurantes…) están obligados a elaborar un plan de prevención para evitar el desperdicio de comida. La nueva ley incluye medidas muy diversas como, por ejemplo, la obligación de los restaurantes a informar a los clientes de que se pueden llevar las sobras. Si la legislación se incumple, se contemplarán sanciones.
Entre las medidas que contempla la nueva ley, está la jerarquización del uso de los alimentos, dirigida a todos los establecimientos que sirven comida. En primer lugar, estaría garantizado el consumo humano a través de la donación a entidades como bancos de alimentos o comedores sociales. Si no fuese posible, los alimentos deben transformarse en otros productos (mermeladas, zumos…). En último lugar, se procedería a la alimentación animal para ganado o elaboración de pienso.
Más medidas de prevención para frenar el desperdicio de comida
Según la nueva ley, las empresas de alimentación deben bajar el precio del producto si tiene una fecha de caducidad próxima, así como informar de cuánto desperdician al año. En el caso de los restaurantes y bares, estos deben informar a sus clientes de la posibilidad de llevarse a casa la comida que no hayan consumido.
Las sanciones van desde los 2.001 hasta los 60.000 euros las infracciones más graves, como no donar los alimentos excedentes a entidades sociales. Si las infracciones se vuelven constantes, la multa puede llegar a ser de hasta medio millón de euros.
A quién repercute esta ley
La ley no afecta de manera personal en los hogares, donde se concentra un 61 % de los desperdicios, según el informe del Programa de la ONU para el Medio Ambiente de 2019. Para los ciudadanos propone una guía de buenas prácticas para aprender a reducir el despilfarro de alimentos. Además, según indica el ministerio, la nueva ley tiene como prioridad la prevención y no la sanción, y va acorde con uno de los objetivos de desarrollo sostenible que marca la Agenda 2023 de la ONU: reducir a escala global la mitad de desperdicio de comida.
Desde el Gobierno recuerdan de que a día de hoy hay más de 800 millones de personas que pasan hambre, y con esta ley, España se posicionaría detrás de Francia e Italia como uno de los primeros países en la Unión Europea que toma medidas para acabar con el derroche alimenticio.