El consumo de pan en España sigue en caída libre desde hace años, a pesar de las diferentes campañas de promoción sobre este producto, y se sitúa en 28,56 kilos por persona al año, lo que equivale 2,4 kilos al mes y 78 gramos al día. Así lo refleja el último informe del Panel de consumo alimentario del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que refleja una caída del consumo de pan de casi un 9 % respecto a los datos del mismo mes de 2018 y del 21,2 % respecto a 2014.
La comparación décadas atrás deja un escenario bastante más pesimista para el consumo de este alimento, pues según datos de la patronal Ceoppan en 1976 cada español ingería 82 kilos de pan al año, casi tres veces más que hoy en día. En estas décadas se ha desarrollado el pan industrial, un sector que dentro de la industria alimentaria tiene un negocio millonario.
El pan industrial, un negocio millonario
La patronal Produlce, que incluye entre otros a los fabricantes de pastelería, bollería y panificación, cifra en un 25 % del consumo total del pan a "panes frescos y tostados envasados", con el pan de molde blanco como el rey de la categoría y acumuló la mitad del valor facturado en 2021, unos 750 millones de euros.
Con motivo del Día Mundial del pan, la patronal ha defendido la innovación asociada a este sector y su vinculación con la creación de empleo estable. Los panes españoles también se exportan, principalmente a Francia, Portugal e Italia, donde en 2021 se incrementó casi un 25 % el negocio de estas ventas.
El pan de molde crece un 14%
Coincide con el esquema que trasladan los datos a las consultoras especializadas en consumo como IRI, que cifra en casi mil millones de euros (925) el negocio de esta industria en España con casi 270 millones de kilos de producto despachados en doce meses e incrementos por encima del 11 % en volumen y en valor.
Según sus datos, el negocio del pan de molde ha crecido un 14 % en un año y se sitúa en torno a los 350 millones de euros. La segunda categoría por facturación es el de los panes especiales (hamburguesa o perrito caliente) que supone un negocio anual de 171 millones de euros, un 24 % más que hace un año y con un incremento de precios del 19 %.