El sistema de etiquetado Nutriscore está dando mucho de qué hablar estas últimas semanas. El último movimiento que ha hecho el Ministerio de Consumo --capitaneado por Alberto Garzón e impulsor de este semáforo de los alimentos--, ha sido dejar claro que tanto el jamón como el queso formarán parte de este sistema de puntuación, al contrario que el aceite de oliva, que se ha pedido que se exluyera por "razones científicas". "No vamos a ceder a ningún tipo de presión", han subrayado fuentes ministeriales ante las fuertes críticas de algunos productores.
Consumo recuerda que el uso de esta herramienta es totalmente voluntario y que cualquier sector puede adherirse y "cualquier segmento puede autoexcluirse cuando sea oportuno", señalan desde el Ministerio. Sin embargo, para el Gobierno este algoritmo es un buen incentivo para que las empresas mejoren la calidad nutricional de sus productos y que los consumidores estén mejor informados.
Evitar quedarse fuera
La Comisión Europea es la que tiene las competencias necesarias para hacer obligatorio este etiquetado, aunque Consumo asegura que existe una alta probabilidad de que el sistema Nutriscore acabe por ser obligatorio para todos los sectores y aconseja a las empresas "incorporarse lo antes posible". "Los productores españoles que no se integren a Nutriscore competirán en un entorno desfavorable", han matizado fuentes del Ministerio. De hecho, este sistema ya está operativo en otros países de Europa, como Francia, Alemania, Bélgica y Suiza.
Garzón ha reconocido en alguna ocasión que Nutriscore no es la solución perfecta, pero es el sistema que más consenso genera, aunque algunos expertos y nutrionistas estén, en ese sentido, algo divididos.