Los cacahuetes son una delicia para muchos en España, el perfecto snack para consumir entre horas, como las almendras, las nueces y otros frutos secos. En Estados Unidos, la crema de cacahuete es todo un vicio. Pero además de estar ricos, este fruto tiene beneficios que pueden hacer que nuestro cerebro funcione mucho mejor.
Así lo afirma un estudio publicado en la revista Clinical Nutrition, que asocia el consumo de cacahuete a efectos positivos en la función cognitiva y la respuesta al estrés en personas jóvenes y con buena salud.
Rico en energía
El cacahuete es rico en ácidos grasos, fibra, proteínas, polifenoles y otros compuestos beneficiosos. Tiene más grasas que las leguminosas secas y menor proporción de proteínas e hidratos de carbono. ¡Es rico en energía! Según Rosa M. Lamuela, directora de INSA-UB y líder del estudio, en él se observa que tomar cacahuetes diariamente mejora la función cognitiva y la respuesta al estrés entre personas jóvenes y sanas.
Además, queda demostrado que introducir productos con cacahuete en una dieta sana puede influir positivamente en la prevención de enfermedades. Los cacahuetes también pueden afectar a la cognición y el estado de ánimo indirectamente, a través de las interacciones con la microbiota intestinal (los microorganismos que habitan en nuestros intestinos), y mejorar el eje microbiota-intestino-cerebro, según la también profesora de la Facultad de Farmacia y Ciencias de la Alimentación de la Universidad de Barcelona.
Enfermedades mentales
¿Cómo? Los maníes tienen un alto contenido en fibra prebiótica y polifenoles. Debido a su pobre absorción, estos llegan al colon y son metabolizados por la microbiota. Pueden modular la bioquímica cerebral como neurotransmisores del sistema nervioso central, según aseguró otra de las investigadoras. Además, los ácidos grasos de cadena corta parecen tener efectos contra enfermedades como la depresión y algunas enfermedades neurodegenerativas.
Según el equipo que desarrolló el estudio, los compuestos que podrían contribuir a la salud son algunos bioactivos, ácidos grasos de cadena corta y ácidos grasos saturados de cadena larga específicos de este fruto seco.