Beberse un zumo de naranja natural nunca será tan saludable como comerse una naranja entera, pues el primero tiene mucho más azúcar --el equivalente a dos o tres naranjas-- y menos fibra, que está, en gran parte, en la pulpa y en el albedo.
Sin embargo, siguiendo un par de pasos muy sencillos a la hora de exprimir la naranja es posible aprovechar casi todos los beneficios de este cítrico rico en vitamina C y otros nutrientes.
¿Cómo se exprime una naranja?
En primer lugar, es importante no colar el zumo. De este modo se aprovecha una mayor cantidad de pulpa y la bebida no solo será agua y fructosa.
La capa blanca que está entre la piel de la naranja y los gajos recibe el nombre de albedo, y es la parte que contiene la mayor cantidad de fibra de este cítrico. Por ello, resulta clave lavar bien la naranja, pelarla con un pelador de patatas y dejar la piel blanca. Así se tritura todo el albedo, que aporta un toque un poco más amargo al zumo, pero ayuda a saciarse y aporta fibra.