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Comer caramelos sin pecar: Mercadona lanza unos dulces 0 azúcares
El Mix Fruit 0.0 % es una de las novedades de la cadena de supermercados valenciana para atraer al consumidor más concienciado con la dieta
Comer dulce y no olvidar la dieta es una utopía. El azúcar atenta contra la salud y también contra la báscula, aunque en voz baja cabe señalar que la sacarosa es probablemente el mejor aliado para aquellos días más grises, en los que apetece darse un capricho y no pensar. Aun así, cada año que pasa el azúcar está en el punto de mira de la sociedad. “El tabaco del XXI” o “el asesino más dulce” son algunos de los apodos que le preceden a este condimento.
Tanto los consumidores como las instituciones sanitarias exigen un mayor control sobre este estimulante por su efecto nocivo para la salud. Ante este cambio en la sociedad, muchas marcas se han adaptado a la tendencia de los productos sin azúcar y han lanzado varias líneas en torno a esta nueva forma de alimentación. Una de las más sorprendentes ha sido el sector de los caramelos. A día de hoy en la mayoría de los supermercados existen caramelos sin azúcar, algunos más logrados que otros, pero esta oferta no deja de ganar adeptos. De ahí que Mercadona haya querido aprovechar este tirón y lance los nuevos Mix Fruit 0.0 % azúcares por tan sólo 0,95 euros la bolsa. ¿Serán realmente sanos?
Análisis nutricional
El perfil de Instagram Novedades Mercadona ha sido el primero en descubrir lo que podría ser el siguiente gran hit de la marca: Mix Fruit 0.0% azúcares. En cada envase hay 100 gramos de producto de seis sabores distintos: melón, limón, naranja, mora, fresa y cereza. La composición nutricional choca, ya que sorprende la gran cantidad de ceros que tiene el alimento. Cero grasas saturadas, monosaturadas y poliinsaturadas, también nulo en azúcares, fibra y sal. El único valor que es más alto de cero son los tres gramos de hidratos de carbono y los dos miligramos de sodio, es decir, sal.
A juicio de Mireia Cabrera, nutricionista en la consulta Júlia Farré de Barcelona, estos caramelos tienen menos calorías que los tradicionales, pero “desde el punto de vista nutricional no son sanos”. Básicamente porque al no contener ningún azúcar poseen muchos edulcorantes. “Y eso altera el sistema digestivo”, añade la especialista. De hecho, en el envase del producto ya apuntan que “el consumo excesivo puede producir efectos laxantes”. Sin embargo, Cabrera incide en que “un consumo esporádico no hace daño”.
Un buen aliado para la ansiedad
Los caramelos y los chicles ayudan a calmar la ansiedad y superar el estado de estrés transitorio, según un estudio realizado por el departamento de Psicología Clínica del Instituto de Psicoterapia e Investigación Psicosomática de Madrid. “Es el tipo de alimento que te salva de un antojo y que en algunas personas les ayuda a controlar la angustia cuando se tiene hambre”, asevera la nutricionista.
No obstante, Cabrera insiste en que “cuando se come por esta sensación, es muy importante pensar por qué lo estás haciendo y ser consciente de tus actos. Estos alimentos pueden ser una buena alternativa al dulce, pero esto no significa que se puedan comer sin ninguna impunidad”.
Otras opciones del supermercado
Los caramelos de Mercadona beben mucho de los de la marca Virginias, exactamente del modelo Cítricos 0 % Sin Azúcares añadidos. No obstante, estos solo tienen dos sabores --limón y naranja-- y su precio asciende el 1,47 euros, cincuenta céntimos más que los de la cadena de distribución valenciana.
La fiebre por hacer una versión light de caramelos también ha pasado a la industria de las gominolas. Es el caso de la empresa Yummy que ofrece unos dulces idénticos a los ositos Haribo o las coca-colas de siempre y sin un solo gramo de sacarosa. La fórmula para eliminar el azúcar sin perder el sabor dulce pasa por los edulcorantes que se utilizan como sustitutivos. El jarabe de maltitol (E-965) y el glicósido de esteviol son los más habituales, con apenas contribución calórica. Pero, aunque estos componentes consiguen engañar al paladar y emular el sabor a dulce, “no ofrecen ningún beneficio al organismo”, concluye Cabrera.
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