La industria plant-based está en boca de todos. De hecho, en la feria Alimentaria ha sido la protagonista indiscutible. Que si atún, chorizo, beicon y hasta huevos veganos. Son muchos los productos de este tipo que se han podido ver entre los pasillos de Fira Barcelona. No obstante, el sector cárnico no se queda atrás y, entre tanta verdura, muchos expositores reivindican que, en la carne, también hay innovación, sobre todo en la tradicional, como el cochinillo de Segovia.
La Quinta de Tabladillo es una empresa segoviana que ha lanzado un cochinillo que se conserva hasta 120 días sin necesidad de usar la nevera. Algo que se agradece, sobre todo, cuando la factura de la luz está por las nubes. “Le llamamos el cochinillo smart, porque suponen un ahorro de energía y tiene un diseño compacto para llevarlo dónde y cómo quieras”, explica Helena Romero, responsable de marketing de la empresa. Pero ¿cómo un asado se puede mantener tanto tiempo intacto y sin necesidad de refrigeración?
El secreto del cochinillo de Segovia que huye de la nevera
La Quinta de Tabladillo guarda el secreto de su cochinillo bajo llave. Aunque, Romero, desvela a Consumidor Global que “no lleva conservantes ni aditivos, sólo tiene un tratamiento de esterilización. Su base es cerdo y sal”.
Este pequeño cerdo cocido decora el estand de la empresa. Luce apetecible, con su corteza dorada y crujiente, brillante, aunque sin resultar grasiento. De hecho, el cochinillo smart no parece sacado de una caja de cartón –el material que lo envuelve–, sino más bien de un asadero. “Ni el paladar más hábil puede distinguirlo”, asevera la portavoz de la empresa.
Un buen recurso para la hostelería
“Es una mejora de un producto que ya teníamos, pero hemos querido prescindir del frigorífico”, detalla Romero. La empresa cuenta con una larga tradición a sus espaldas. Fundada en 1967, esta firma segoviana es puntera en la elaboración del cochinillo. Vende tanto al consumidor individual como a la hostelería. No obstante, la portavoz de la empresa señala que, cuando idearon el producto, pensaron en los restaurantes primero. “El congelador siempre es un espacio que se queda pequeño, tener alimentos más perecederos siempre es un plus para un local”.
Pero, a medida que su proyecto avanzaba, consideraron que, su producto smart, podría resultar atractivo para el cliente particular. “Es un alimento versátil, te lo puede llevar en una maleta, además con todo el tema de la factura de la luz ahora más que nunca se agradece”, añade la Romero.
Acercar el cochinillo a la población
En algunas casas en Navidad el protagonista de la cena de Nochebuena –o de Nochevieja– es el cochinillo, uno de los reyes de los asados navideños junto al cordero, el besugo, la lubina o el pavo. No obstante, como reconocen desde La Quinta de Tabladillo, “no es un alimento de fácil elaboración”. Por ello, antes de que este plato se pierda, desde la empresa cárnica han querido acercarlo al consumidor y ofrecerlo en un formato cómodo, accesible y, además, ecológico.
“De la misma manera que cuando vas a casa de alguien traes una pizza o un postre, ahora también podrás llevar un cochinillo”, comenta Romero. Envuelto en una caja de cartón, blanca y con detalles dorados, este cerdo quiere parecerse más a un regalo que a una bandeja de carne. En realidad, la empresa lo vende como un obsequio gourmet. “Hemos prestado mucha atención al packaging que, aparte de cumplir con las necesidades de conservación, también tienen un diseño muy elegante protagonizado por la flor emblema de las fachadas de Segovia”, añade su portavoz.
Fecha de lanzamiento
Este nuevo manjar brinda al mercado un producto de tradición, pero adaptado a las exigencias y tendencias de consumo actuales. Sin embargo, aún habrá que esperar para comprarlo en el supermercado. “Hemos acelerado el proceso de fabricación para presentarlo aquí en Alimentaria”, incide Romero. No obstante, la empresa quiere sacarlo en el mercado a partir de junio.
El precio todavía es un misterio, pero como reconocen desde La Quinta del Tabladillo: “tendrá un precio competitivo, porque este producto nace de la necesidad de acercar el cochinillo al consumidor de a pie”.