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Clientes de Lidl reaccionan a los vídeos del maltrato de sus pollos: "Iré a otro sitio a comprarlo"
Indignación generalizada entre los compradores de la cadena alemana de supermercados al ver las imágenes del sufrimiento de los animales que terminan en los lineales
Lidl vuelve a estar en el foco por el maltrato animal que se produce en macrogranjas de sus proveedores. "Es una locura. No sé cómo a estas alturas se pueden consentir estas cosas". "Están malformados, con el pico roto, no pueden ni comer. A patadas con ellos, dios mío de mi vida. Ya iré a otro sitio a comprarlo porque la verdad es que es terrible. Es una brutalidad y una crueldad animal". Son algunas de las reacciones de algunos clientes de un establecimiento de la cadena alemana de supermercados situado en Madrid tras visionar las imágenes de cómo tratan a los pollos que terminan en sus lineales.
Se trata de un episodio más de la campaña #LidlChickenScandal promovida por la ONG Equalia para que Lidl deje de comprar a proveedores que no respeten el bienestar animal. Una campaña en la que han destapado con imágenes obtenidas por trabajadores el maltrato a pollos en granjas de Alemania, Italia y Austria. Y también en España.
Dos millones de animales afectados
Según esta organización no gubernamental, estas prácticas afectan a, al menos, dos millones de animales únicamente en las granjas detectadas. Entre ellas, una situada en el municipio sevillano de Villamanrique de la Condesa, que ha perdido su certificación de bienestar animal tras la denuncia de Equalia.
La campaña europea liderada por Equalia ya cuenta con más de 300.000 firmas y solicita a Lidl su adhesión a la política de bienestar animal Compromiso Europeo del Pollo, una iniciativa promovida por 36 organizaciones de bienestar animal nacionales e internacionales que contempla mejoras concretas desarrolladas por un equipo científico experto en bienestar animal.
"Eso no puede ser"
"¿Qué necesidad tiene Lidl de seguir vendiendo un pollo que deja mucho que desear?", se pregunta un cliente del supermercado tras ver los vídeos. "Obviamente va a haber un cambio en la dieta respecto a Lidl", añade.
"Yo no considero que sea de calidad un pollo si está traído de una macrogranja en la que tiene ese trato", señala otra clienta. "Qué fuerte. ¡Guau! Eso no puede ser. ¡Madre mía!", indica otra.
Golpes contra un cubo hasta matarlos
El operario que grabó el maltrato en la macroexplotación sevillana --con casi 100.000 aves-- documentó cómo otros trabajadores descargan bruscamente a pollitos de escasos días de vida, ocasionando rotura de pico y aplastamiento. Durante la cría de las aves, se observa cómo golpean a los pollos contra un cubo hasta su muerte y luego son ofrecidos como alimento para un perro. La investigación también refleja golpes y patadas en el proceso de carga para el traslado de los pollos al matadero.
Estos hechos fueron denunciados por Equalia ante el juzgado de instrucción penal de Sevilla, que todavía no se ha pronunciado sobre el caso. Sí lo ha hecho IRTA, entidad que gestiona el certificado de bienestar animal Welfair, que ya ha retirado la certificación de la granja. En el caso de Alemania, un operario mata a los pollos golpeándolos contra el bebedero; en Austria, un vehículo atropella a varias aves dentro de las instalaciones; y, en Italia, se graba a un operario aplastando hasta la muerte el cuello de los animales.
Patrón sistemático de sufrimiento animal
Equalia considera estos hechos como presuntos delitos de maltrato animal que han sido denunciados ante las autoridades competentes. A su vez, las diferentes granjas investigadas muestran prácticas que ponen en riesgo la seguridad alimentaria: elevada densidad de aves, convivencia con cadáveres en descomposición y aves enfermas, así como comportamientos caníbales. La organización también recuerda que esta forma de cría implica mayor riesgo de enfermedades zoonóticas.
Julia Elizalde, mánager de campañas de Equalia, ha señalado que "tras la publicación de reportajes de investigación en cuatro países europeos, podemos afirmar que esta granja española situada en Villamanrique de la Condesa (Sevilla) no es un caso aislado. Existe un patrón sistemático de sufrimiento animal y riesgos para la salud pública en la cadena de abastecimiento de supermercados Lidl. Además, dicha cadena alemana es de los pocos grandes supermercados en España que todavía no se ha unido al Compromiso Europeo del Pollo".
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