Brindar con champán podría ser imposible a medio plazo. Tal y como explica Cinco Días, esta bebida escasea, y su carestía se debe al aumento de la demanda en todo el mundo, fundamentalmente en países asiáticos, donde hay nuevos compradores que pagan mucho más por las botellas de este vino espumoso.
La escasez de champán se explica también por las ganas de celebrar. Tras la pandemia, el fin de las restricciones y la recuperación del ocio disparó el entusiasmo, por lo que 2021 se cerró con el dato de botellas expedidas más alto de la década, con 320 millones de unidades. En 2022, esa tendencia ha continuado. De este modo, según el experto en vinos Álvaro Moreno, citado por Cinco Días, “no hay champán para todos”.
Las grandes casas de champán optan por otros mercados
Según otros expertos del sector, las carencias de las grandes casas de champán se explican por motivos comerciales, en tanto que estas firmas prefieren vender a los mercados emergentes para ingresar más.
Los cinco países en los que más champán se bebe son Estados Unidos, Reino Unido, Japón, Alemania y Bélgica. Con todo, la falta de esta bebida no es un problema que haya estallado ahora: a finales de 2021, medios internacionales como CNN publicaron que algunos particulares se estaban viendo obligados a optar por marcas pequeñas o de segunda línea dada la escasez de las primeras firmas.