Juntan lo mejor de cada casa. Y, desde hace décadas, la tradición de las empresas es regalarlas a los clientes cuando llegan las fiestas. Las cestas de Navidad son ese compendio de alegrías que aúnan queso, dulces, vino y embutido (en los mejores casos, incluso un jamón). Y no pasan de moda.
Con estos lotes, las empresas agradecen el trabajo de los empleados y les otorgan unos obsequios que se pueden disfrutar en familia o con amigos. En 2020, el sector no sufrió las pérdidas catastróficas que se preveían, sino que se mantuvo en un nivel similar a 2019. Algunos productores incluso mejoraron el dato del año anterior gracias a un enorme esfuerzo logístico.
Opciones para todos
Este año, algunas empresas de cestas navideñas se han enfrentado a pequeños problemas de abastecimiento por la crisis de suministros, pero la situación parece estar controlada de cara a Navidad. Con todo, podrían faltar algunas bebidas alcohólicas.
Entre las que fabrican cestas hay firmas especializadas, como MiCesta.com; pero también están grandes nombres de la alimentación como Carrefour (donde los lotes van desde los 10 hasta los 149 euros) o El Club del Gourmet de El Corte Inglés.