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A Casa Tarradellas se le cuela un fuet con cucarachas
Un supermercado Condis vende un embutido de la conocida marca española con insectos, lo que pone en riesgo la seguridad de sus clientes y genera su indignación
R. P. acude a un supermercado Condis y, como siempre, cae un pack de dos fuets de Casa Tarradellas. Nada más llegar a casa, sus hijos ingieren con apetito uno de los embutidos. El segundo fuet, sin embargo, es apartado de la mesa con gran repugnancia al intuir un insecto de unos tres o cuatro centímetros en el interior del precinto transparente. Una vez arrojado en el suelo, tanto R. P. como sus hijos se acercan precavidos a observar el alimento contaminado.
“Había como una especie de cucaracha, mosca o saltamontes. No sé qué era exactamente aquel bicho. Pero no sólo eso, también había pequeños insectos muertos entre el plástico y la etiqueta adhesiva, seguramente aplastados en el momento del embalaje y confección del packaging”, considera R. P.
Argumentos evasivos
Ante los hechos, el cliente se puso en contacto con Casa Tarradellas a través de su página web para alertar del sorprendente y repulsivo incidente. Contestaron desde el departamento de calidad, eso sí, con argumentos evasivos. “¡Esto es una asquerosidad y es insalubre!”, estalla R. P. ante la falta de responsabilidad de la empresa de alimentación española.
“Hice unas fotografías, escribí al control interno de producción, porque imagina las larvas o residuos que pueden tener en la fábrica”, resalta el consumidor. “Me torearon y me dijeron que esto puede pasar porque el producto tiene unas microperforaciones para que ventile”, señala.
Indemnización irrisoria
La impotencia hizo que R. P. acudiera al abogado David Brú de Brú & Associats. Desde finales de septiembre, cuando R. P. se encontró el insecto en el fuet, hasta fecha de hoy, el profesional ha estado luchando en el caso contra Casa Tarradellas. Lo único que le ofrecieron de indemnización a su cliente fueron unos 500 euros. Una cifra que agravó la rabia por la situación.
“Se han intentado lavar las manos, pero no es normal que vendan esta porquería con cucarachas en el interior después de unos controles de producción”, resalta R. P. “Son unos gangsters. Esto pasa en Estados Unidos y se les cae el pelo, pero como pasa en España te dicen que las cucarachas son de Marvel y atraviesan los plásticos”, ironiza.
¿Es una cucaracha?
En las imágenes se puede entrever un gran insecto que puede parecer para algunos una mosca de grandes dimensiones o un pequeño saltamontes para otros. También se asemeja a una cucaracha aplastada. Ante ello, Consumidor Global ha acudido a un entomólogo para resolver las dudas.
Andrea Bonifazi, doctor en Ecología Marina y creador de la página de Instagram Scienze Naturali, tras observar las fotografías de este fuet de Casa Tarradellas considera que es complicado decir con certeza qué clase de insecto es. “Seguramente sea una cucaracha”, concluye el experto.
Casa Tarradellas se defiende
“Actualmente, nuestro departamento de Atención al Cliente está en contacto con dicho consumidor y su caso está siendo tratado directamente con él y estudiado en las diferentes vías correspondientes”, responden a Consumidor Global desde Casa Tarradellas. Una respuesta que sorprende pues, según R. P, con él “no hablan” y a su abogado “le dan largas”.
“Casa Tarradellas y su departamento de calidad, garantizan el cumplimiento de los más altos estándares de calidad, seguridad y protección, asegurando desde la producción al envasado, así como en toda la cadena de suministro, el cumplimiento de todos los protocolos de seguridad”, matizan desde la empresa.
Lo que dice Aesan
La Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aesan) señala que “el operador de empresa alimentaria es responsable de asegurar, en todas las etapas de la producción, transformación, envasado, almacenamiento, distribución y puesta a disposición del consumidor, que los alimentos cumplen los requisitos de la legislación alimentaria pertinentes.
El Reglamento (CE) nº 852/2004 del Parlamento Europeo y del Consejo, de 29 de abril de 2004, relativo a la higiene de los productos alimenticios, establece en el Anexo II capítulo I.2.c. lo siguiente: “La disposición, el diseño, la construcción, el emplazamiento y el tamaño de los locales destinados a los productos alimenticios: (…) permitirán unas prácticas de higiene alimentaria correctas, incluida la protección contra la contaminación, y en particular el control de las plagas”. Asimismo, en el mismo anexo, en el capítulo IX se establece que (…) “deberán aplicarse procedimientos adecuados de lucha contra las plagas”.
Los derechos de los consumidores
“En este caso se debería averiguar en qué momento se ha producido la entrada del insecto en el envase para poder adoptar las medidas correctoras adecuadas”, expresan desde Aesan. “Puede haber sido en las instalaciones del fabricante o, puesto que el envase del fuet normalmente está agujereado para favorecer la ventilación del producto, la contaminación ha podido ocurrir en una fase posterior, incluso una vez fuera de un establecimiento alimentario”, destacan.
“En todo caso, las personas pueden ejercer su derecho a la devolución del producto en el comercio donde lo adquirieron”, concluyen desde la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición.
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