0 opiniones
Carne en lata: la comida para “vagos” que está rica y consumen los deportistas
Esta opción que cada vez ofrecen más tiendas tiene mucha proteína y es una alternativa económica que puede ponerse de moda por su practicidad
Se suele decir que una de las mayores joyas de España es su gastronomía. La dieta mediterránea, la paella, las tortillas, el aceite de oliva… Existe, en definitiva, un respeto a algunas recetas centenarias que habla de tradición, de exquisitez y de tiempo. Porque preparar estos platos es un ritual al que hay que echarle minutos. Sin embargo, hay una tendencia que habla de la inmediatez de nuestro tiempo: la carne en lata.
Si bien es habitual encontrar pescado en conserva, la carne en lata era una opción poco común en los supermercados, más allá de las albóndigas de toda la vida. No obstante, cada vez hay más opciones para el consumidor. Y el sabor no está nada mal.
El pollo ‘vanguardista’ de Mercadona
En los estantes de cualquier supermercado de Reino Unido es fácil encontrar carne enlatada. Se podría especular que es una cuestión cultural. Sea como fuere, Mercadona también cuenta entre su oferta con un pollo en lata que sorprendió, en un primer momento, a muchos consumidores. Sólo contiene pechuga de pollo, agua y sal. El pack de dos latas de 80 gramos cada una es barato: 1,62 euros. Y aporta 133 kilocalorías. Además, es muy práctico: no hace falta estar pendiente de la fecha de caducidad, ni ocupa espacio en la nevera, y, en caso de que ocurra un Gran Apagón o haya que huir a un búnker, puede servir.
La nutricionista Patricia Domínguez explica a Consumidor Global que es una opción válida y que se puede considerar saludable. “No es equiparable al corte fresco de carnicería, pero puede funcionar. Es un recurso para que no nos dé pereza comer proteína”, considera. No obstante, aunque es cierto que parece un formato novedoso, Domínguez recuerda que ahí está la fabada, los callos o el chili con carne, que son productos con mucha tradición. “Ya había carne en lata para cosas concretas, pero estoy segura de que vendrán más productos de este estilo”, aventura la nutricionista.
Ganar terreno al atún en lata
Es más común encontrar pescado, sobre todo atún, en lata. Pero también bonito, caballa, sardinillas… En primer lugar, por una cuestión de conservación. Después, porque el pescado fresco puede ser más caro que la carne fresca, y así se torna accesible.
Pero también hay novedades en el pescado. Mercadona lanzó, antes del pollo, el salmón en lata. “Lo importante es que el líquido en que vengan sea lo más natural posible. Normalmente, vienen en salmuera, que ayuda a que el pollo se conserve de manera óptima. Eso sí, una vez abierta la lata, si no se consume entera, es conveniente cambiar el alimento a otro envase, porque si lo guardamos así en la nevera podría intoxicarse”, expresa Domínguez.
Para un roto y un descosido
El equipo de Consumidor Global ha probado el pollo de Mercadona y la sensación es buena. Por supuesto, no es comparable al fresco ni es un producto de consumo diario, pero es efectivo, un buen apaño tanto para una ensalada como para rellenar unos puerros o un calabacín.
Junto a Mercadona, otra de las compañías que ofrece carne enlatada es Carrefour. En Dia, por el contrario, no la hay en este formato más allá de los callos y las salchichas Frankfurt. Pero el supermercado francés comercializa bajo su marca una pechuga de pollo en aceite enlatada. El pack de dos (de 42 gramos) cuesta 1,45 euros. Aquí, el porcentaje de sal sube hasta los 1,4 gramos por cada 100 de producto.
Pavo enlatado
Además, en Carrefour también se puede comprar pechuga de pavo al natural (sin gluten y sin lactosa). En este caso, el pack, de idéntico tamaño, sube hasta los dos euros. Y lo más destacable es el porcentaje de proteínas: 27 gramos por cada 100 de producto.
Sin embargo, una de las compañías que más tiempo lleva en España comercializando carne en lata es Aldelís. “A nivel internacional, llevamos muchos años con este producto”, explica Marta Serrano, responsable de comunicación de la compañía. Esta empresa vende cuatro modelos de latas de pollo (en escabeche, al natural, con tomate y con girasol) y una de pechuga de pavo al punto de sal. Este último, un pack de 2 unidades de 80 gramos cada una, se puede encontrar en supermercados como Alcampo por un precio que ronda los 1,80 euros (más económico que los dos anteriores).
No es nada nuevo, pero sí podría ponerse pronto de moda
Serrano reconoce que el hecho de que Mercadona se haya lanzado a comercializar el pollo en este formato puede darlo a conocer entre más consumidores, pero recuerda que en España ya existían, desde hace tiempo, opciones así. Asimismo, explica que la carne en lata “se vende muy bien en Amazon”, y que el público mayoritario lo componen “deportistas, con un perfil culturista incluso, que buscan proteínas”.
No obstante, según Serrano, el formato convence a casi todos los consumidores que lo prueban. “Es un recurso para tener en el armario. Si un día te falta algo, con este producto y algo de arroz ya tienes un plato socorrido”, expone. Además, el hecho de que triunfen ahora estos formatos se puede vincular con los hábitos de vida actuales, marcados por jornadas laborales largas y en las que es difícil sacar tiempo para cocinar. “Se puede constatar también con el auge de los platos preparados”, cuenta. Sobre si Aldelís desarrollará nuevos modelos, Serrano reconoce que han considerado la opción de extender la gama hacia otros tipos de carne en lata, pero especifica que su materia prima es el pollo y el pavo, y es en ellos en lo que están centrados.
Hereford, Olca, Frinsa y Apis
En El Corte Inglés se pueden comprar carnes en este formato más gourmets. Hay codorniz o perdiz en escabeche de la marca Nuestra Tierra. Y para los más carnívoros, la lata de 340 gramos de vacuno enlatado de la marca Hereford cuesta 4,50 euros. Según se indica en la web, esta corned beef “se obtiene de carnes selectas de vacuno de gran calidad procedentes de novillos alimentados en los verdes pastos de Argentina”.
También la canaria Olca comercializa carne de vacuno enlatada, aunque no es muy habitual encontrarla en la península. Además, entre las compañías de conservas cárnicas también sobresale Frinsa, que es la que produce el pollo de Hacendado; y Apis, la que tiene una mayor variedad. Esta última firma comercializa, además de pollo en lata, magro de cerdo y fiambre de pavo; así como apuestas internacionales tipo picadillo cubano, corned beef y carne de vacuno con gelatina.
Desbloquear para comentar