Las marcas de fabricantes supusieron el 7,7% del PIB español en 2020, un récord histórico en un año marcado por la pandemia del coronavirus, según subraya Promarca en su informe sobre El Impacto económico y social de las Marcas de Fabricante en el sector de Gran Consumo en España.
Aun así, en los últimos años, entre 2018 y 2020, el trasvase de ventas de las marcas de fabricantes a las marcas blancas en el mercado doméstico ha supuesto una pérdida de valor añadido económico estimada en más de 1.000 millones de euros.
Marcas de fabricantes vs. marcas blancas
El informe muestra que la contribución de la marca de la distribución al PIB creció en 2020, debido al trasvase de consumo de fuera del hogar a dentro por las medidas de confinamiento, pero su aportación (2,4 %) es más de tres veces inferior a la del fabricante (7,7%).
Pero según se desprende del estudio, en el mercado doméstico, la marca de fabricante creció menos que la de la distribución, mermando en su conjunto el potencial de generar valor añadido del país. "Que la presencia de las marcas de fabricantes en el mercado nacional descienda es una mala noticia para el sector y para el estado de bienestar, porque el crecimiento de las marcas de la distribución no compensa la pérdida de valor que genera las de fabricante", ha destacado el presidente de Promarca, Ignacio Larracoechea.
Motor de empleo
Respecto al empleo, el informe muestra que a pesar de la pandemia, la marca de fabricante generó en 2020 cerca de 500.000 empleos directos y alrededor de 800.000 indirectos, lo que supone 2,5 veces más que los generados por la marca blanca.
Y en lo relativo al pago de impuestos, los fabricantes, según ellos mismos, contribuyen, cada año, con unos 12.000 millones de euros en concepto de impuestos directos e indirectos al Estado, más del 5 % del total tributado, lo que supone entre tres y cuatro veces más que la marca blanca.