Muchas veces se tiran sin miramientos o tan sólo se utilizan para mojar pan. Poco más. Sin embargo, los líquidos de los alimentos en conserva pueden incorporarse en multitud de recetas y dar mucho juego en la cocina. La versatilidad del aceite de una lata de atún, del escabeche de unos mejillones o del acuafaba de los garbanzos es poco conocida, pero va mucho más allá de su función principal, es decir, proteger la comida de agentes externos y conservarla.
En ese sentido, la calidad de la conserva también influirá en la de estos ingredientes de aprovechamiento. A pesar de lo que pueda parecer, no suelen llevar conservantes ni grasas añadidas, aunque lo mejor es consultar la etiqueta y fijarse también en la cantidad de sal que contienen. Pero, ¿qué tipo de recetas se pueden hacer con los jugos de las conservas?
Un sustituto vegano de la clara de huevo
El acuafaba es el nombre con el que se conoce al jugo que contienen los botes de algunas legumbres, como las alubias o los garbanzos. Al batir y emulsionar este líquido se obtiene una textura similar a la de las claras de huevo, motivo por el cual se utiliza para hacer postres para personas veganas --que no comen nada que provenga de animales--. Algunas recetas en las que se puede utilizar el líquido de las legumbres son merengues, mousses y hasta turrones. También se puede utilizar para hacer rebozados o para sustituir al huevo en una mayonesa.
A pesar de los múltiples usos de este ingrediente, se recomienda utilizarlo con moderación. El motivo principal es que en ocasiones llevan sales añadidas, lo cual puede suponer un inconveniente para aquellos que tengan problemas con la tensión, por ejemplo.
En un ceviche o en una ensaladilla rusa
Otros usos posibles de los líquidos de las conservas tienen que ver con la preparación de caldos y sopas. Cuando tan sólo contienen agua y sal, los jugos para preservar, por ejemplo, berberechos o navajas, pueden añadirse para obtener sabores más intensos en la elaboración. Esta misma estrategia se puede utilizar para potenciar una pasta con marisco al incorporarlos al agua de cocción de la misma. En la misma línea, el líquido de las navajas se puede emplear para reconvertirlo en un ceviche de pescado si se le añade otros elementos como lima o cilantro.
En cuanto al aceite presente en algunas latas de atún, éste se puede emplear para hacer una mayonesa para una ensaladilla rusa. Tan sólo habrá que añadir huevo y limón y la salsa adquirirá un sabor muy apropiado para el plato. Al margen de todo ello, otro truco para aprovechar el jugo de las conservas es reconvertirlo en cubitos de hielo. En el mismo molde en el que se congela el agua, se puede verter el líquido y reservarlo para un uso futuro. Igual que si se tratase de una pastilla de caldo.