Hay un alimento que normalmente está en la cocina y en los platos. Aunque su popularidad no recaiga en sus usos medicinales debido al desconocimiento de muchos consumidores, lo cierto es que este producto antioxidante revitaliza el cerebro y, además, regula la glucosa.
Se trata del ajo, uno de los alimentos de origen natural más populares en la gastronomía. Contribuye a disminuir la sal que se le agrega a las distintas comidas, se puede consumir crudo o cocido y agrega aroma y sabor a los platos. Cabe destacar que esten variedades de ajo entre las que se destacan el rosado, blanco, castaño y negro. El que destaca es el último.
Los beneficios
Los beneficios de este popular alimento cuando se consume crudo son varios, pero su ingesta debe ser moderada, dado que un exceso impide que sus nutrientes puedan ser del todo absorbidos por el organismo y puede ocasionar varios problemas de salud como, por ejemplo, náuseas y ardor en la boca, el esófago y el estómago.
Sin embargo, el ajo negro, a pesar de ser conocido por su sabor intenso, ha ganado popularidad en los últimos años debido a sus potentes beneficios en la salud del cerebro, es considerado uno de los mejores antiinflamatorios gracias a la alicina y a sus antioxidantes, el ajo disminuye la respuesta inflamatoria en el organismo que es causada por diversas enfermedades. Asimismo, sus compuestos sulfurados le proporcionan propiedades analgésicas y modulan la respuesta del sistema inmune.
Propiedades anticancerígenas
Además, según los expertos, el ajo negro puede contribuir a la prevención de problemas de memoria y enfermedades como el Alzheimer y el cáncer gracias a sus propiedades anticancerígenas. El ajo negro es rico en el aminoácido cisteína, con actividad antioxidante, es decir, aporta todos los aminoácidos esenciales al cuerpo, ya que, este no es capaz de producirlos de forma natural y se deben incluir en la alimentación.
Este alimento tiene múltiples sustancias antioxidantes que protegen las células y regulan la glucosa, es ideal para todas aquellas personas que sufren algún tipo de insuficiencia cardiaca, renal y daños en los nervios. Otro de sus beneficios medicinales es que ayuda a regular la migraña y los dolores de cabeza, gracias a las sustancias vasodilatadoras que contiene el ajo negro, mejora la presión y la circulación en todo el cuerpo.
¿Cómo consumir el ajo negro?
Una forma recomendada para aprovechar todas las propiedades de este alimento, es consumir entre uno y tres dientes diarios en el desayuno o en ayunas, la razón principal para consumirlo en ayunas es porque permite que todos los compuestos bioactivos del ajo negro se absorban de forma optima en el organismo, lo que proporciona al cuerpo una fuente de energía natural.
Para hacerlo, lo ideal es no comerlo entero, lo correcto, es suavizar un poco su sabor machacándose o cortándolo en finas láminas; lo puede acompañar con aceite de oliva o coco, si lo consume de forma cruda puede provocar irritación o ardor gastrointestinal, también causando síntomas alérgicos. Antes de hacer cualquier cambio en su dieta alimentaria o de incorporar el ajo negro es su rutina, es recomendable primer consultar a un profesional de la salud, especialmente si tiene alguna condición médica o toma medicamentos.