El tomate, uno de los productos de la huerta por excelencia de la gastronomía española sufre un histórico desabastecimiento. La hortaliza se suma a la lista de alimentos que se han visto afectados por la sequía, aunque su escasez se debe a varios factores como la poca rentabilidad para los agricultores. Pero, ¿cómo afecta a los consumidores la falta de tomates?
“Desde hace seis meses, el país atraviesa esta escasez que no se achaca a ningún motivo en concreto sino que es la repercusión de varios argumentos”, señala a Consumidor Global Andrés Góngora, responsable del sector de Frutas y Hortalizas de la Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos (COAG). “La sequía afecta, sobre todo, a los cultivos al aire libre, pero no tanto a los tomates de invierno, que se cultivan en invernaderos, y que se recolectan desde noviembre hasta abril”, añade.
Falta de rentabilidad
Según el agricultor la zona que peor lo está pasando es Sevilla. “Todo lo que hay en el bajo Guadalquivir, sobre todo Sevilla, es donde peor lo están pasando porque no tienen agua”, explica Góngora. “La dotación del río Guadalquivir es un 80 % más baja. Esto provoca que se esté cosechando un 70 % menos de tomates de lo habitual”, subraya.
Sin embargo, el portavoz de COAG hace hincapié en que el problema no viene solo de la falta de agua por las escasas lluvias, sino que se remonta a principios de año. “Se ha sembrado menos tomates en invierno porque en esa fecha hay mucha competencia con Marruecos, sobre todo, y los agricultores han dejado de sembrar”. De hecho, según apunta Góngora a este medio, se estima unas 4.000 hectáreas menos de tomate de invierno. “Y eso no es por la sequía, es por el abandono del cultivo por falta de rentabilidad”, enfatiza.
España pierde importancia
España ha perdido importancia en el panorama continental respecto al vecino del sur. Marruecos ha disparado año a año su exportación de tomates a Europa mientras España pierde cuota de mercado. Desde la entrada en vigor del Acuerdo de Asociación entre la Unión Europea y el país magrebí en 2013, Marruecos ha pasado de vender 365.695 toneladas de tomates a 557.225 en 2022.
Además, también se suma los altos costes de producción a causa de la guerra de Ucrania. Ante ello, el Gobierno aprobó unas ayudas por más de 636 millones de euros para apoyar a agricultores y ganaderos. De estas ayudas, 276,7 millones se destinarán a agricultura, pero falta determinar los cultivos, zonas y cuantías a los que corresponderá este apoyo. “La cuestión es que el tomate fresco no está dentro de las ayudas de la PAC, el sector de hortalizas quedó fuera. Y el apoyo económico suele invertirse en quienes explotan las plantaciones que se valoran en estos planes", lamenta Góngora.
La sequía, lo más determinante
“La aparición del virus del rugoso del tomate (ToBRFV) ha afectado de forma importante a la producción española, aunque también a la marroquí o a la francesa”, apunta el agricultor. Este virus se detectó por primera vez en España en la provincia de Almería en 2019, y más tarde en Murcia. Hace un mes se halló en la provincia de Sevilla, en un invernadero de Los Palacios.
De esta manera, Góngora afirma que no hay un argumento solo para explicar la escasez de tomates que sufre el país, sino que es la suma de varios acontecimientos. No obstante, el experto reconoce que “ahora sí que podemos hablar de que la sequía es quizás lo más determinante” y destaca que “nunca se había cosechado tan poco como este año”.
¿Cómo afecta a los consumidores?
Ante la falta de tomates españoles, a la pregunta de si todos estos factores afectarán al precio, desde COAG responden que todavía está por ver. "En el centro de Europa, sobre todo en Holanda, normalmente concentran la producción de tomate, que no es escasa, en invierno. Pero como el cultivo es en invernaderos y este año los costes de la calefacción han subido, apuesta más por la temporada veraniega". Eso afectará al precio del tomate nacional, pero desconocen cómo.
“Ahora mismo podemos hablar de unos precios normales, en origen. Estamos en torno a los 80 céntimos aproximadamente y eso es un precio normal”, defiende el agricultor. “Lo que pasa es que es un mercado muy volátil y lo que vaya a ocurrir dentro de dos semanas no lo sabe nadie”, zanja.
Los supermercados no tienen constancia de la escasez
Por otro lado, fuentes del sector de la distribución comunican a Consumidor Global que no tienen “conocimiento de que haya problemas con ningún tipo de producto en la distribución. Por lo tanto, mensaje de tranquilidad”.
Este medio se ha puesto en contacto con el Ministerio de Agricultura,Pesca y Alimentación, pero al término de este artículo no ha recibido respuesta acerca de la escasez de tomates que sufre España.