Los caramelos de colores Skittles tienen los días contados en el continente europeo. Al menos si su fabricante, la empresa Mars, no elimina el dióxido de titanio como aditivo. Y es que la Unión Europea prohibirá a partir del próximo mes de agosto el uso de este como aditivo alimentario, ya que la Comisión Europea considera que la acumulación de partículas en el cuerpo puede dañar el ADN.
Un hombre de California, en Estados Unidos, ha presentado una demanda contra la compañía de los famosos caramelos de colores bajo la denuncia de que el uso de dióxido de titanio los hace "no aptos para el consumo humano".
Legal en Estados Unidos
Lo cierto es que el aditivo no es ilegal en Estados Unidos. La FDA, el organismo regulador de los medicamentos y productos alimentarios en EEUU, permite su uso en la mayoría de los alimentos, aunque lo restringe al 1% del peso del alimento.La empresa se defiende y dice que “si bien no hacemos comentarios sobre procesos judiciales en curso, nuestro uso de dióxido de titanio cumple con las regulaciones de la FDA", ha afirmado una portavoz de la compañía a The Washington Post.
Sin embargo, la demanda, presentada el jueves en California, argumenta que la empresa no advierte a los consumidores sobre los peligros potenciales del dióxido de titanio, y acusa a la empresa de fraude por omisión. Ya en 2016, Mars anunció que eliminaría de forma paulatina los colorantes artificiales de sus productos, entre ellos el dióxido de titanio, por lo que la demanda acusa a la compañía de "incumplir su propia promesa".