La pandemia cambió muchos hábitos de consumo. El cliente del 2022 poco tiene que ver con el del 2019. Las prioridades cambian, y con ellas los productos del supermercado. Ahora, aparte de la calidad, el consumidor busca nuevas experiencias y sabores. Por ello, muchas empresas han lanzado productos de lo más curiosos y variopintos con la intención de captar la atención.
Refrescos con sabor a noodles, palomitas de cerveza o batidos personalizados son algunos de los experimentos más extraños que se han visto en los lineales del supermercado. Pero no son los únicos. Estas son las 10 tendencias top del sector de la alimentación:
Sostenibilidad real
“Hoy la salud del planeta importa tanto como la individual”, incide Marta Delgado, gerente en Innova Market Insights, una empresa de investigación de mercados que está presenta en la Feria Alimentaria. Según esta experta, este tema lleva unos años trabajándose, pero ahora el medioambiente "infiere en las decisiones del consumidor". Como señala Delgado, las empresas ya se han posicionado en este ámbito y cada vez hay más packagings respetuosos con el medioambiente. A su juicio, apostar por la sostenibilidad: “es una forma de conectar con el consumidor y crear una relación de confianza”, añade sobre este aspecto.
El 'plant-based' ha llegado para quedarse
Otro tema vinculado con el medioambiente es el movimiento plant-based. Su auge, como explicaba Delgado, es innegable: “la mitad de esta feria está dedicada a productos veggies”, asevera. A su parecer, con tantas alternativas disponibles, ahora es momento de “mejorar las que hay, en cuanto a sabor y también de textura”.
El auge de los productos excéntricos
“El consumidor busca experiencias amplificadas, el haber estado encerrados ha hecho que haya muchas ganas de experimentar”, comenta Delgado. De hecho, muchas marcas han desarrollado productos excéntricos, es el caso de la marca Cup Noodles que lanzo refrescos con sabor a sus noodles o unas palomitas de cerveza de la empresa Budweiser.
La tecnología se cuela en la mesa
Además, el plant-based también ha ayudado a que el consumidor acepte la tecnología en su plato. “Se ha investigado tanto en símiles a la carne que ahora no hay tanto miedo en innovar en otros productos”, subraya Delgado. Un ejemplo de cómo la ciencia y la alimentación pueden ir de la mano y ayudar a la salud de las personas es con la nutrición personalizada. “Cada vez hay más productos de este estilo, por ejemplo aquí en Alimentaria se han visto unos batidos que contienen todos los nutrientes necesarios para cada persona en cada momento del día”, explica la experta.
La huella del delivery
Otro aspecto importante es que el consumo en casa ha cambiado. Desde el inicio de la pandemia, las opciones delivery se han incrementado y, ahora, muchos productos que sólo estaban disponibles en restaurantes también están disponibles en la nevera del consumidor. Hay más colaboraciones entre marcas del sector retail y cadenas de restauración. Es el caso de Starbucks y las leches vegetales Oatly, Heura y Pans and Company o, incluso, las cervezas Estrella Damm y el Celler de Can Roca.
La salud digestiva está de moda
Los probióticos han puesto de moda la salud digestiva. “El consumidor se ha dado cuenta de que la salud digestiva es una piedra angular para tener un buen sistema inmune y, en consecuencia, buena salud general”, explica Delgado. Por ello, cada vez más alimentos del supermercado contienen claims publicitarios que hacen referencia a beneficios digestivos.
Los ingredientes, la estrella del producto
Delgado también ha explicado que ahora los ingredientes importan, casi tanto como el producto en su conjunto. “Son las auténticas estrellas, la gente se fija en ellos y son importantes en el momento de la decisión de compra”, subraya la experta. De ahí que también se valore más el producto local, de proximidad, el denominado kilómetro 0.
El consumidor quiere decidir
"El consumidor quiere decidir sobre los asuntos de la empresa", así de clara se ha mostrado Delgado. Cada vez más marcas hacen campañas de comunicación que tengan en cuenta la opinión del usuario. Por ejemplo, los chocolates Canterbury, idearon nuevos sabores y sus consumidores tuvieron que elegir cuál de todos se quedaba en el mercado.
Acabar con el desperdicio alimentario
El desperdicio alimentario también está en boga. Cada vez más empresas buscan acabar soluciones para acabar con él o, al menos, mitigar su impacto. “El consumidor quiere empresas hayan dado una segunda oportunidad y haya revalorizado algún alimento que antes hubiera acabado en la basura”, corrobora Delgado.
Los valores importan
Como incide Delgado, ahora el consumidor consume tanto alimentación, como valores. “El usuario compra marcas que tengan los mismos ideales que ellos, temas como la diversidad, el humanismo y el inclusivo son muy relevantes. Se compra más con conciencia que con apetito”.