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No sólo ‘te da alas’ y te quita el sueño: los 10 mandamientos de las bebidas energéticas
El creciente consumo de refrescos altos en cafeína entre los jóvenes preocupa a la Aesan, que alerta sobre sus riesgos
Cada vez más consumidores abusan de las bebidas energéticas. Desde estudiantes que quieren mantenerse despiertos la noche antes de un examen, hasta deportistas que las consumen para rehidratarse después de hacer ejercicio. Este consumo creciente preocupa a la Aesan, que presenta 10 claves sobre las bebidas energéticas que tienes que conocer antes de consumirlas.
Este tipo de productos contienen 32 miligramos de cafeína por cada 100 mililitros, un componente presente en muchos otros alimentos como el té, el café o el chocolate, que puede provocar efectos negativos en la salud.
1. Las bebidas energéticas contienen mucho azúcar
El consumo de las bebidas energéticas con azúcar contribuye a exceder la ingesta diaria de este alimento recomendada por la OMS –50 gramos—, ya que una lata de 250 mililitros aporta entre 27,5 y 30 gramos y una de 500 mililitros, entre 55 y 60 gramos.
2. La importancia del etiquetado
A parte de que el etiquetado informe de que se trata de un refresco de este tipo, tiene que incluir la cantidad de cafeína que contiene en miligramos por mililitros. Además, también es obligatorio que en las etiquetas figure la advertencia “Contenido elevado de cafeína: no recomendado para niños ni mujeres embarazadas o en periodo de lactancia”.
3. Pueden causar alteraciones diversas
Si estas bebidas se consumen de manera excesiva, pueden causar problemas para dormir, problemas de comportamiento y psicológicos, así como trastornos cardiovasculares.
4. Agravan los síntomas de algunas enfermedades
Las altas concentraciones de cafeína son perjudiciales para personas con hipertensión o alteraciones del sueño. Asimismo, si se consume cualquier tipo de medicación de manera habitual, es necesario consultarlo con profesional sanitario.
5. Generan dependencia física
Si se beben más de 100 miligramos diarios, estas bebidas pueden causar dependencia e, incluso, tolerancia, por lo que el cuerpo necesitará cada vez más cantidad y puede desarrollar una adicción.
6. Cuidado al mezclarlas con alcohol
Algunos estudios recientes demuestran que el consumo de alcohol mezclado con bebidas energéticas conduce a estados subjetivos alterados que, entre otros efectos, provocan una disminución de la percepción de intoxicación etílica, por lo que el consumidor no es consciente de la cantidad de alcohol que ha ingerido.
7. No tomarlas después de hacer deporte
Si eres deportista, ten en cuenta que las bebidas energéticas no están diseñadas para la rehidratación. Por ello, no deben sustituir el agua y es mejor tomar, en su lugar, bebidas isotónicas.
8. Sus efectos dependen de la masa corporal de cada uno
Como pasa también con otras sustancias, cuanto menor es el peso, más alteraciones producen en el organismo este tipo de bebidas. Así que las consecuencias o efectos dependerán de la masa corporal de cada individuo.
9. Consumo ocasional
¿Cuándo se pueden tomar? La Aesan recomienda limitar su onsumo a ocasiones excepcionales y en formatos de menor tamaño. Es decir, sólo de forma ocasional.
10. Fuera del alcance de los niños, adolescentes y embarazadas
Entre los consumidores hay unos grupos que se pueden ver más perjudicados por los efectos de estos refrescos. Así, desde las autoridades sanitarias y alimentarias recomiendan evitar su consumo durante el embarazo, la lactancia y, sobre todo, en niños y adolescentes.
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