La mitad de las tiendas de ropa está en riesgo de extinción. La restricciones por la tercera ola del coronavirus y el temporal Filomena, que dejaron sin efecto las rebajas, han sido golpes demasiado duros para los comercios textiles, que en enero es cuando más caja hacen. Sin embargo, el arranque del año ha sido muy negativo y tuvieron una caída de ventas del 53,2 % frente al mismo mes de 2020, según los datos de la Asociación Empresarial del Comercio Textil, Complementos y Piel (Acotex). De hecho, en 2020 las ventas del sector ya se contrajeron un 38,9 % con respecto a 2019 por el impacto del coronavirus.
Con estas cifras y en el contexto actual, la mitad del comercio textil y de complementos que figuraba dado de alta antes de la pandemia del Covid-19 echará el cierre antes de mediados de marzo, un 25 % adicional a las liquidaciones de negocios que ya tuvieron lugar el año pasado, asegura Eduardo Zamácola, el presidente de la patronal Acotex.
Pérdida de 100.000 puestos de trabajo
Ese dato es "tremendamente negativo" y el peor para un arranque de ejercicio en los últimos 20 años, asegura a Efe Zamácola, que también advierte de que lo más gordo aún está por llegar. Si no hay ayudas directas, el presidente de Acotex estima que febrero "será la puntilla" para el sector, con otra pérdida adicional de unos 100.000 puestos de trabajo y una cadena de cierres "importante" cuando termine la temporada de invierno --mediados de marzo--".
El sector acumula once meses consecutivos de caída de ventas. Zamácola considera que "el músculo se agota, ya no hay pulmón y muchos comercios están esperando a liquidar sus negocios".
Poca fe en la campaña de verano
Más allá de la temporada de invierno, el sector tampoco se muestra optimista de cara a la próxima campaña de verano. Zamácola considera que no será igual que la última, "en donde se produjo un error estratégico y de relajación" contra el virus, y condiciona los resultados al ritmo de vacunación.
Moda de hogar, cama noche y moda deportiva son los subsectores menos afectados por la crisis, mientras que en la categoría nupcial, marroquinería o ropa de fiesta y eventos la situación es "un drama".