No es broma. En Estados Unidos, los autobuses cuentan con inteligencia artificial (IA) para multar, de forma automática, a los conductores que hayan aparcado su coche en el carril bus.
La pionera a la hora de introducir esta novedosa tecnología en el transporte público ha sido la ciudad californiana de Santa Mónica.
Cámaras especiales
Los autobuses de la línea Big Blue cuentan con unas cámaras especiales que son capaces de grabar las matrículas de los coches mal estacionados.
Estas filmaciones permiten al sistema identificar, de manera instantánea, al infractor y ponerle una multa.
Multas para todos
Dicho experimento duró 45 días y las cámaras de los autobuses identificaron más de 500 posibles infracciones.
La dolorosa multa asciende a cerca de 300 dólares, pero las autoridades de Santa Mónica aún no han decidido si utilizarán el sistema de forma permanente.