El cerco fiscal sobre las criptomonedas se vuelve un poco más estrecho. Hacienda quiere ejercer un control más efectivo sobre estos activos digitales.
Aunque la compra de criptomonedas no implica ninguna comunicación con la Agencia Tributaria, la constancia de estas operaciones es necesaria para evaluar futuras transacciones que sí tendrían que cumplir con las arcas públicas. Ya sean de venta o de conversión en otras monedas digitales. Por eso, el Gobierno quiere fiscalizar todas aquellas compras de activos digitales que se hagan mediante tarjeta bancaria.
Así es el plan de Hacienda
En el Plan Anual de Control Tributario y Aduanero publicado por la Agencia Tributaria esta semana recoge que este “se potenciarán, en la misma línea que en ejercicios anteriores, avisos correspondientes a la realización de operaciones con monedas virtuales y criptoactivos”.
Es decir, el gabinete de Montero prestará especial atención a los chivatazos que lleguen desde los bancos cuando detectan que sus clientes han transferido dinero de sus cuentas a operadores de activos criptográficos. Y también al revés cuando se haya procedido a reembolsar beneficios.
Las criptomonedas han crecido en el 2021
Desde Hacienda son conscientes de que “durante el año 2021 se ha incrementado de forma exponencial la inversión en monedas virtuales”, por lo que la hoja de ruta de la institución para este año dedica un apartado entero a estos activos en el capítulo “Control de actividades económicas”.
Y es que, en contra de lo que esperaba hace un año, este ejercicio seguirán sin estar listos los nuevos modelos de información de inversión en criptomonedas.