Que llame un teleoperador a cualquier hora del día para intentar vender algo, es un algo que todo el mundo ha vivido alguna vez. A partir del próximo 29 de junio, en teoría, ya no podrán hacerlo.
Las temidas llamadas comerciales o spam estarán limitadas a aquellas personas que den su consentimiento para recibirlas. Sin embargo, las compañías ya podrían estar pensando en las diferentes estrategias para saltarse la ley.
Recurrir a empresas en el extranjero
Lo cierto es que la Agencia Española de Protección de Datos (Aepd) lleva a rajatabla cada ley que tiene que ver con ella. Ahora bien, su ámbito de actuación tiene límites.
Según informa el portal Genbeta, "la nueva norma tiene un agujero". Un experto consultado por el citado medio determina que si las empresas españolas recurrieran a las extranjeras para realizar estas llamadas, ciertamente sería un fraude a la ley pero sería difícil de demostrar.
El interés legítimo
Otra "trampa" a la que podrían recurrir las empresas es la del interés legítimo. Es decir, las llamadas spam pueden realizarse si son necesarias para "la satisfacción de interes legítimos", tal y como recoge el reglamento.
Unas alternativas con las que las empresas podrían saltarse la ley. Será a partir del 29 de junio cuando realmente se comprueba si las compañías se valen o no de estas artimañas.