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Inquietud, nervios y satisfacción: así es ir a juicio contra Unicaja tras ser estafado por phishing
La entidad bancaria, que comenzó su fusión con Liberbank en 2022, ya ha recibido varias decenas de sentencias condenatorias, pero son muchos los clientes que continúan peleando en los tribunales
Quizá la más célebre de las citas de Gramsci no sea estrictamente política. El teórico italiano sostuvo que, cuando lo nuevo no termina de nacer y lo viejo no termina de morir, surgen los monstruos. Cuando comenzó la fusión entre Unicaja y Liberbank en verano de 2022 y ambas entidades se encontraban por tanto al final de una etapa, el monstruo que emergió fue, probablemente, el de la filtración masiva. Todo apunta a que algo falló, los ciberdelincuentes obtuvieron la información personal de centenares de clientes y diseñaron una compleja estafa para quedarse con su dinero.
En muchos casos lo lograron. Transcurridos dos años, la Unión de Consumidores de Asturias volvió a denunciar hace unos días la actitud de Unicaja por negarse a devolver el dinero a sus clientes afectados por phishing “hasta que se produzca una sentencia firme”. A pesar de que ya se han producido “unas treinta sentencias judiciales firmes favorables a la devolución de los fondos y a que la ley así lo exige en estos casos”, Unicaja sigue sin devolver el dinero de forma voluntaria.
Negligencia de los clientes
Hay quienes han perdido unos cientos de euros y quienes tienen (o tenían, por fortuna) un agujero enorme. Por ejemplo, Nortes contaba en octubre de 2023 que, tras año y medio de juicio, una afectada llamada María José Fernández había recuperado los 9.200 euros que desaparecieron de su cuenta. En todo momento, el banco apuntó a las víctimas y aseguró “que era una negligencia de los clientes por pinchar en el enlace” ofrecido por los ciberdelincuentes.
De la magnitud de la estafa da idea un grupo de Facebook titulado Plataforma afectados ciberataque a Unicaja Banco. Aquí, este tipo de victorias se comparten con júbilo. Hay más de 2.700 miembros. Algunos ofrecen consejos a otros y también hay palabras de ánimo y apoyo.
El sistema del banco “no era especialmente seguro”
Recientemente, el grupo recogía la noticia de un medio local que se hacía eco de otra resolución judicial favorable al afectado en la que se decía que el fraude había sido posible porque “el sistema empleado por la entidad bancaria no era especialmente seguro, por el texto equívoco del SMS enviado a tal fin y por la facilidad de que un SMS de este tipo no despierte las sospechas de los usuarios previamente alertados por un mensaje fraudulento de acceso indebido a su cuenta”.
Es decir, que ya está negro sobre blanco, varias veces, que los muros del banco eran franqueables. Por ello, tiene un punto cómico que Eva Cañete, directora del Área de Ciberseguridad y Riesgo Tecnológico de Unicaja Banco, tuviese el cuajo de asegurar en una entrevista concedida en 2023 que la estrategia de ciberseguridad de su entidad “se basa en dotarnos de la capacidad de respuesta rápida y adecuada ante ciberataques”.
Unicaja recurre las sentencias
Con todo, en este grupo de Facebook también tiene cabida el amargor, porque no deja de ser una posibilidad. Por ejemplo, una exclienta de la entidad decía estar “súper cabreada” porque había ganado el juicio y habían transcurrido los 20 días que Unicaja tenía para recurrir y no lo había hecho… pero sí dio ese paso tres días más tarde.
“Los plazos son los plazos, ¿no? ¡Y ahora el juzgado acepta!”, criticaba.
Una estafa “para evitar una estafa”
Otra de las personas que también pinchó en ese fatídico enlace y que tiempo después decidió ir a juicio es Marcos Ramírez, que en septiembre de 2022 contó a este medio cómo funcionaba el fraude. A él le birlaron 2.000 euros en diez minutos. Según describió, se trataba de “una estafa para evitar una falsa estafa”.
Reclamó, no le hicieron caso y puso el asunto en manos de un abogado. Así las cosas, hace casi tres meses Ramírez acudió a los juzgados de Plaza Castilla (Madrid) y, a pesar de que prefiere no relatar con detalle lo sucedido en la sala, admite que hubo cosas que le chirriaron. “En el juicio estuve con mi abogada, el banco tenía la suya y luego había dos procuradoras. Cuando me llamaron a declarar intentaron pillarme un poco preguntado con qué frecuencia me metía en la app de Unicaja y si en ningún momento pensé que era una estafa”, expone. Es decir, que la empresa sigue intentando jugar la carta de que fueron los clientes los que no estuvieron avispados.
“Salimos bien parados”
“Por supuesto, para esas preguntas ya estaba preparado, pero hubo alguna otra en la que me puse nervioso, aunque, según la abogada, salimos bien parados. Era la primera vez que me ponía ahí con un micrófono delante del juez”, recuerda Ramírez.
“Supuestamente tenían un máximo de 20 días para dar una resolución al juicio verbal, pero desde entonces no tengo noticias. Le escribí a mi abogada un poco preocupado, preguntándole si esto era normal (porque ya van a pasar 3 meses), y me dijo que no me preocupara, que no es lo normal porque he tenido la mala suerte de que me haya tocado una jueza de las lentas", describe.
“He luchado todo lo que podía luchar”
“Ahora me siento más seguro porque, aunque sea tarde, ya he luchado todo lo que podía luchar, y al menos me siento satisfecho. Esperemos que la sentencia no se retrase mucho más. De momento me quedo con el buen sabor de boca de haber explicado todo ante una juez”, narra Ramírez.
Se muestra optimista, pero prefiere no lanzar las campanas al vuelo. Otros, jóvenes o mayores, cántabros o andaluces, comparten su inquietud. Según Nortes, solo en Asturias hay al menos 240 casos, y en toda España los afectados por este fallo de seguridad rondan los 3.000. Consumidor Global se ha puesto en contacto con Unicaja para preguntar cuánto dinero se han visto obligados a devolver ya gracias a la acción de la justicia y cuántos son los afectados, pero al término de este reportaje no ha obtenido respuesta.
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