El rucaparib sirve para tratar el cáncer de ovario. Sin embargo, según la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (Aemps), los datos preliminares del estudio ARIEL4 indican que “las pacientes que recibieron rucaparib como tratamiento en tercera línea o posterior de cáncer de ovario tienen peores resultados en términos de supervivencia global que aquellas que recibieron quimioterapia”.
Este medicamento, que se comercializa bajo el nombre de Rubraca, está disponible en España desde 2020, tras la aprobación de las autoridades sanitarias.
Rucaparib, un tratamiento para el cáncer de ovario
El fármaco Rubraca se toma por vía oral y se vende en forma de tabletas de distintos tamaños: comprimidos recubiertos con película de 200 mg, 250 mg o 300 mg. Asimismo, se debe ingerir con o sin alimentos dos veces al día, con unas 12 horas de diferencia.
Por otro lado, como muchos otros medicamentos, puede ocasionar efectos secundarios, como náuseas, vómitos, estreñimiento, diarrea, dolor de estómago, pérdida de apetito, mal sabor en la boca, congestión nasal, dolor de garganta o tos. No obstante, algunos de ellos pueden ser más graves: perder peso, moretones, sangrado en la orina, piel pálida o dificultad para respirar.
Recomendaciones
La European Medicines Agency ha iniciado una revisión de los datos de este estudio para evaluar el impacto de dicha información en relación con el uso de rucaparib en pacientes adultas que hayan sido tratadas con dos o más líneas previas de quimioterapia con platino y que no son capaces de tolerar más.
Así pues, se recomienda a los médicos que “no inicien nuevos tratamientos con rucaparib”, aunque “esta recomendación no aplica a la indicación del uso de este medicamento en monoterapia para el tratamiento de mantenimiento después de la quimioterapia”.