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Robos y 'coches zombi', el origen de las piezas usadas que las mafias venden online
Las asociaciones de desguaces alertan de los riesgos jurídicos y de seguridad vial que conlleva comprar recambios de segunda mano al margen de centros autorizados
La ley es clara. Sólo los Centros Autorizados de Tratamiento de Vehículos (CAT) pueden vender recambios usados para coches. Nadie más. A pesar de ello, en internet operan mafias que venden este tipo de autopartes y, con ello, ponen en riesgo la seguridad vial de los usuarios debido a los accidentes que se pueden provocar por su uso, denuncia Rafael Pardo, director general de la Asociación de Desguazadores y Reciclaje del Automóvil (Aedra).
Una de las técnicas principales utilizadas por estas redes se basa en desguaces irregulares a los que los ciudadanos, sin saberlo, acuden con la confianza de que se tramitará la baja definitiva de su vehículo y de que se tratarán los residuos de forma correcta. Sin embargo, lo que hacen es darlo de baja de forma temporal y, así, pasan a engrosar la horda de los denominados coches zombi, es decir, automóviles que se quedan en ese limbo durante años y a los que, sin que el propietario lo sepa, se le da un nuevo destino o se vende, por partes, de manera ilegal. Los datos de la Dirección General de Tráfico (DGT) no dejan lugar a dudas de que se trata de un problema en auge: en 2004 se tramitaron 60.982 bajas temporales --un 5% respecto a las definitivas--, mientras que en 2019 el número subió hasta las 132.459, es decir, un 50 % del total.
Riesgos para la seguridad
El riesgo al que se exponen los consumidores que compran --a sabiendas o de forma inconsciente-- un recambio usado fuera del circuito legal, son elevados. Pardo diferencia dos tipos, los viales y los jurídicos. En cuanto al primero, señala que la extracción de una pieza de un vehículo sin la cualificación necesaria entraña la posibilidad de que su colocación en otro automóvil multiplique las posibilidades de sufrir un accidente debido a un mal funcionamiento de la pieza en cuestión.
Por otro lado, el director de Aedra destaca que estos usuarios también se exponen a riesgos jurídicos ya que se vulneran sus derechos como consumidor. “¿Qué garantía tiene un comprador que adquiere una pieza usada en internet sin que el vendedor esté identificado de forma correcta, sin posibilidad de localizarlo después y sin conocer su solvencia profesional? Ninguna”, recalca. En la misma línea se pronuncia Gonzalo Pinto, presidente de la Asociación Madrileña de Desguaces (Asmade): “En internet hay mucho recambio de segunda mano de procedencia desconocida”.
Robos, otro origen de las piezas ilegales
Además de los coches zombi, el otro origen principal de las piezas de segunda mano que se venden de forma ilegal en internet son los robos, explica Pinto, que además de presidir Asmade dirige el desguace El Choque de Madrid. En ese sentido, detalla que una de las principales garantías que ofrece la adquisición de este tipo de piezas en los CAT es la trazabilidad de las mismas.
“La diferencia entre un negocio ilegal y nosotros es que si llega la Guardia Civil y nos pregunta sobre las piezas que tenemos en stock, le podemos decir con exactitud de qué coche procede y la ficha técnica en concreto. Eso confiere tranquilidad al cliente, que sabe que lo que se le vende funciona”, defiende Pinto. Además, en caso de que el usuario se haya equivocado y tenga que devolver la pieza o que la misma no funcione, “tiene la garantía de que se le va a hacer un cambio o se le devuelve el dinero”, insiste.
Advertencias a plataformas online
Pardo recalca que en el sector están luchando desde diferentes frentes para acabar con este tipo de prácticas. Por un lado, buscan concienciar al usuario, informándole sobre las vías ilegales, los riesgos y, también, el impacto de estas prácticas en el cuidado del medioambiente, que es uno de los motivos por los que los CAT son los únicos centros autorizados para venderlas.
Otra estrategia que han implementado es informar de las sanciones a las que se arriesgan algunas populares plataformas digitales de reventa en las que se pueden adquirir este tipo de piezas. “A Milanuncios se le informó de las consecuencias de que en su plataforma se anunciaran piezas usadas que no procediesen de los CAT y las retiró. De hecho, ahora tiene un proveedor a través del cual filtra todas estas piezas y ahora lo tiene asegurado. Ojalá eso se imponga en otras”, zanja Pardo.
El rédito de las piezas usadas
Los recambios usados de automóviles más cotizados son, sobre todo, los de la parte delantera de la carrocería, como las defensas, los faros y los capós, debido a que la mayor parte de los golpes se producen en esas zonas. Por otro lado, las piezas mecánicas, como motores o sistemas de transmisión, se venden mejor en el extranjero. “En nuestro caso, alrededor del 30 % de este tipo de recambios los exportamos”, asegura Pinto.
Por lo general, la entrega de un coche a un desguace para tramitar su baja definitiva es gratuita y, en algunos casos, se obtiene una bonificación de en torno a 100 euros. Así, muchos clientes se preguntan cuál es el beneficio que obtienen en realidad los desguaces con las piezas que todavía sirven del vehículo o, por ejemplo, con la chatarra. El dueño de El Choque señala que el beneficio de su desguace antes de impuestos ronda el 5 %. Una buena parte del negocio procede de la venta de piezas. “En 2019 gestionamos 11.200 vehículos. De algunos no se obtiene ningún beneficio y de otros sí que se puede obtener hasta un 30%. Las piezas de los coches más caros son de las que obtenemos más margen”, relata. En relación a las posibles reticencias de algunos, defiende el modelo de negocio y destaca que para los usuarios es mucho más barato acudir al desguace que comprar recambios nuevos. ”Hay coches en los que el faro derecho cuesta 1.000 euros al salir del concesionario y, al cabo de 10 años, el precio de uno nuevo es idéntico. En un desguace a lo mejor lo encuentras por sólo 100 euros”, insiste.
La lucha de la DGT contra la picaresca
Para combatir la existencia de coches zombi y las actividades ilícitas que se puedan derivar de los mismos, la DGT anunció a finales de noviembre de 2020 que enviará una carta a los titulares de los vehículos que han tramitado una baja temporal. Esa notificación, además de informarles de la situación administrativa de su vehículo, también servirá para recordar al usuario que sigue siendo el responsable de su custodia. En Tráfico confían en que con esta notificación se ponga “en alerta a aquellas personas que han podido ser engañadas”.
Estas medidas pueden ayudar a combatir la picaresca y también, esperan las asociaciones del sector, podrían impulsar una modificación de la ley para que se ponga un tope de tiempo a las bajas temporales, entre otras medidas.
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