¿Protege la nicotina frente al Covid? Un nuevo estudio resuelve la duda

En mayo de 2020, cuando la vacuna contra el Covid no estaba aprobada y no había fármacos realmente útiles contra la enfermedad, se hicieron públicas una serie de investigaciones que aseguraban que la nicotina del tabaco podía proteger frente al virus. Como es lógico, la comunidad científica puso el grito en el cielo, pues el Centro Europeo de Control y Prevención de Enfermedades (ECDC) advierte que fumar es uno de los factores de riesgo para que el coronavirus se agrave.

Dichos estudios afirmaban que la nicotina podía disminuir la reacción inmunitaria excesiva del organismo, que puede causar la muerte a un enfermo de Covid. Para defender esta teoría se escudaban en que el número de fumadores hospitalizados por coronavirus era muy bajo.

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Inconsistencia de los estudios

La revista Nature ha publicado ahora un estudio en el que denuncia las incongruencias de las investigaciones anteriormente citadas, pues no se tenían en cuenta parámetros tan importantes como la cantidad de tabaco inhalada, el sexo o la edad. La famosa revista también apunta que la mayoría de las personas hospitalizadas eran de edad avanzada, un sector de la población en el que, según las estadísticas, no abundan los fumadores.

“No se puede ni pensar que fumar reduce la gravedad o protege de la infección”, alerta Joan B. Soriano, epidemiólogo y experto en tabaquismo. “El tabaco causa la muerte de ocho millones de personas al año y está asociado con un aumento de la gravedad de la enfermedad y la mortalidad entre los pacientes hospitalizados de Covid-19”, advierte la Organización Mundial de la Salud (OMS).

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Intereses cruzados

Por si esto fuera poco, la publicación European Respiratory Journal, que publicó uno de los estudios sobre los supuestos beneficios de la nicotina frente al Covid, se ha retractado porque dos de los autores principales de las investigaciones tenían un claro conflicto de interés que esconder.

Uno formaba parte de la organización griega NOSMOKE, que recibe financiación de Foundation for a Smoke Free Word, una organización que pertenece a la industria tabacalera. El otro autor, directamente, era consultor en la industria de los cigarrillos.